Vanidad femenina

Mujer que engreída estás

encrespando la pestaña,

que de la moda prefieres

todo aquello que te daña.


Te importa mucho el estilo

y el tamaño de los tacones,

aunque los pies aprisiones

y te tuerzas las falanges.


Por presumida ya ves;

ahí, te jodiste los pies.

se te ha torcido el calcáneo

y te salieron juanetes.


Los quieres disimular

caminando en botejuelas,

pero es más fácil tapar

un hueco en las callejuelas.


Los tintes en el cabello

te echas por las mañanas,

quieres esconder las canas,

y el banano en la cintura.


Con base, polvo y pintura,

esas arrugas gemelas,

con braques y con tornillos

enderezarte las muelas.


Los últimos interiores

que te compraste a la moda,

para levantar la cola

que te miras en los vidrios.


Es que no quieres dar crédito,

a eso que miran tus ojos.

se te cayeron los senos,

y ahora si esperas piropos.


A tus amigas también,

les quieres hacer creer,

que aún, tienes que atender

esos ciclos borrascosos.





Sueñas con varios amantes,

que se desvelan por ti.

te pusiste más tetona,

a base de silicona.


Mujer no seas tan ilusa,

ya te sientes coronada;

puedes quitarte esa blusa

y ya, no inspiras es nada.


Aterriza de una vez,

pon en el suelo los pies,

que de la belleza aquella,

solo te quedan despojos.


Ponte pues, ahora a pensar,

si es que te queda memoria.

como todo, y con pesar;

tú, ya pasaste a la historia.

 

Unos versos que humorean un tanto el trayecto a la vejez...

Creo que no todas las mujeres responden así, algunas aceptan el paso del tiempo que es inapelable para todo ser vivo.

Y lo de adentro, es la más linda historia que podemos cultivar... Todos. Y nosotras, sin siliconas.

Un saludo.

 

Muchas gracias Karosea, por leer y opinar, fue simplemente una mirada hacia ese trayecto, como bien lo defines. Un abrazo.