Vano delirio es el sueño que invade

Vano delirio es el sueño que invade,
tan apacible y tranquilo me arrastra,
en sus abrazos se enreda mi alma,
cómo me abrasan delirios ardientes.

Nace en las noches de lluvias y sombras,
en sus miradas tan dulces y tiernas,
tal es su ser cariñoso, y tan bello,
con su sonrisa el encanto domina.

Su faz hechiza a mi esencia que tiembla,
es su hermosura reflejo del alma,
y como Venus se eleva en las olas,
y en sus cabellos el sol se asemeja.

Mi pecho herido desgarra su llanto,
por el amor para siempre perdido,
tan solo un rayo de luz en mi vida,
ya no ilumina en las noches a mi alma.

Flotar he visto su imagen en la fuente,
allí en el fondo yacía en el frío,
era mi amor un pedazo de sombra,
estaba allí desdichado y tan triste.

Lupercio de Providencia

 

Me ha gustado mucho leerte.
Un placer haberte conocido con este poema, que aunque triste es desbordante de imégenes bien trazadas con tus versos.
Recibe un afectuoso abrazo.
Joan (Tristany)