Veinte años

En una suerte de noche de alta alcurnia manipulada de drogas,
simulando un eterno sentimiento de un joven colgado,
anhelando esa mujer que quiera conmigo el tiempo pasar,
para arreglar al menos dos o tres roturas de mi acorazado.

Siendo un portador de unos cuantos desastres carnales,
manejando los enredos de este barrio sin sueños,
cuarenta y cinco horas completamente despierto,
pensando que este día tan largo se termine de nuevo.

Yendo al bar más que seguido, para olvidar lo ya olvidado,
yendo a la vía del tren a rolar, para poder sentirme un poco vivo,
parándome en los peldaños entre el ser y no estar,
yo sin más, cada vez mas débil, me afeito un poco y sigo.

Pero el cuerpo a cambiado muchísimo viendo un viejo video,
el sentimiento del ayer no se asemeja a este personaje tan frágil,
que derrama gotas saladas por muchas causas y es feo,
ya que me enrrosco demás y amargarme se me hace más fácil.

La debilidad mental por fin ha llegado, ya no lastimo tanto,
ya no río demasiado ante efímeros negocios de cama,
ya no encuentro el motivo antiguo de encarar a lo que venga,
ni le bailo a la muerte engañándome a mi mismo sin cuidarme.

No disfruto tanto charlas de roturas por mi cuenta, con amigos,
ni me burlo de esas mujeres del montón que han llorado por mi
por no haber tenido tacto al plantear que solo quería sexo,
por no haber pensado sólo un poco, y llegar a casa solo.

Ya ni el cuerpo suda aroma a placer, solo suspira momentos de engaño,
engaños a mi mismo por no conformarme con la reciproca atracción,
y querer siempre voltear paredes de cualquier chica que ni me mira,
querer siempre a una insulsa escribirle un salvaje sexo de canción.

Me equivoque bastante en más de cien elecciones en estos años,
de la mitad de mi vida para adelante he sufrido y he hecho sufrir,
he truncado bastante mi futura y lejos vejez, me hice mucho daño,
tomando demás, fumando demás, pero a la vez más miedo a morir.

Contradicción muy arraigada a las mentes viciosas,
tratando de canalizar la única y real verdad absoluta,
y poder así sentirme un poco mas lejos del tiempo,
que castiga a cualquiera y te hace sentir un hijo de puta.

Por eso ante estas velas voy pidiendo un poco más de entendimiento,
poder por fin fusionar a mi mente con mi perdido cuerpo,
poder encarar con la lucidez necesaria este mortal crecimiento,
sólo ante estas velas que hoy soplo quiero pedir mis tres deseos.