Ven.

Cesa la fuerza de las aguas,
que antes de en ellas nadar,
bravas contra mi se alzan.

Calma con tus palabras el alma,
levantame de donde he muerto;
ven y siembra en mi la esperanza.
Pero ante los extraños, guarda el aliento.

Cuando se cierren las puertas, guiame
cuando el viento me derrumbe, sostenme
que no vean cuando mis ojos hablen
pero jamas hagan que mi alma se calle

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Muy bonito el llamado o más bien el ruego que nos plasmas en esta muy bien escrita obra. Gran sentimiento en cada verso. Un placer leerte y felicidades.

 

Vale gracias por sus comentarios, me agrada escuchar que ha sido una obra de su agrado