Vendrá tu hija, la reina de los muertos

My child, my child! ... This is no trick played on you by Persephone ...
You are only witnessing here the law of our mortal nature,
when we come to die: Homer, The Odyssey 11.210


Tú no has maldito a la Tierra,
Madre amada. El hombre se maldice a sí mismo
con sus actos. Tú lloras meramente, te conmueves.
¡Es que no utilizamos la soledad ni para purficarnos;
la utilizamos para herirnos, para urdinos en robo,
para ultrajar lo ajeno! Coré vendrá con su inocencia
y será fruto, Coré es la fe, tu fe, Madre,
tu fruto oculto en soledad, tu dolor
en los desconciertos, pero tu dicha en Primavera.

No has prohibido nada que no sea vedable;
porque paríste la fe, Madre agraria,
y aún en los yermos vive y aún bajo los pantanos
fructifica… Llámala, Démeter, llámala en los ríos
y allende de las navas, llámala entre serpientes
y en cuevas, en medio del cáctus y los nopales.

La doncella medita en tí, agudiza su oído fino,
te oye y vendrá con su canto; ahora está
en el templo de sus iniciaciones, vendrá con la virtud
de una granada, con la fe que es como grano de mostaza
para crecer y ser árbol de la vida,
el árbol dialéctico, más ancho y gigantesco,
el árbol de los Grandes Comienzos.

Anuncia en la miseria que se traiga el tazón
(cuernos de la abundancia, calderos
para el conocimiento de la fe de tu parto).
Tiene que repartirse, este misterio todo.
Madre amada, apresúrate por los campos de aridez
que son muchos hambrientos y desalentados
y derrama ya la primavera; fluye con tus fecundas lágrimas
(tú no has llorado en vano) y convoca a los esposos
con el cantío del gallo y que madruguen
a la hora de consecha. Cosecha es paz de naciones.

Tu grano viene abundante, esplendoroso,
y el olor del perejil es yerbabuena en todo.
Es que la fe raptada es también el consuelo
de otros mundos donde tu hija
es la reina consoladora de los muertos.

09-09-2000 / El libro de la guerra
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