Venerar a un Dios

Tu oleaje me eleva y tu espuma blanca me rosa los labios
Que delicioso aroma a mar en las nubes
Somos vientos que se tornean con formas complementarias
E incluso, a veces opuestas, pero siempre en instantes completos de universo
¿Qué ser mágico te ha parido, para que fueras embrujo y quimera?
¿Para ser corazón de montaña y belleza de manantial en un bosque azulado?
¿Qué camino hacia el cielo me conduce a tus manos?
¿A tu torso fraguado a base de Eros y barro?
Tú me pones las escamas para bucearte y las alas para abrazarte
A ti me debo en cristales de luz para resplandecer durante veinticuatro horas
Durante la vida, durante la muerte, durante cada segundo interminable en que no estás
Y el resplandor es la gaviota que voló atravezando el tiempo
Llegando a las alturas de las estrellas con las que te corona mi pasión
En ruegos de colibrís para que florezca lo creado
Y para que sus raíces se anclen como las rocas de los templos
Como en las ruinas de Machu Pichu
Para qué no falte jamás tu propia luz a mi lado
Haré un farol para que habite tu presencia
Por si algún dia quieres quedarte por siempre
Lo primero que haré será venerar a un Dios...
​

 

Es exquisito tu poema mi estimada Agnes, exquisito y con una maravillosa sensibilidad. Gracias amiga por este regalo que ha perfumado mi alma con un maravilloso aroma.
Te dejo estrellas y un fuerte abrazo para ti.
También te mando reputación.

 

Mi querido dulci, gracias por tu presencia en estos versos y tu comentario, me halagas amigo.
Un beso.

 

Precioso y entregado poema amiga...una delicia leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...siempre!