Ventana al Caribe...Terremotos Puerto Rico

La mitología de los dioses griegos es el equivalente a las leyes divinas del creador. En aquellos tiempos era como el ser humano podía comprender los actos maravillosos que no tenían explicación. Personificando las leyes físicas del planeta podía este cúmulo de energía calculada, ser explicada al ser humano...

En mi mente humana busco la explicación de los actos de Dios que afectan a la isla donde nací, de allí se origina este relato:

Se dice que un día el dios de los mares, Poseidón, llevó a su hijo Triton de paseo por los mares. Desde el mar Egeo donde comenzaron, Poseidón le habló a Triton de sus recorridos y lugares escondidos. Pregúntole el pequeño dios a su padre, Poseidón, que cuál era su escondite favorito.

-“Lleguemos al Mar Caribe, hijo mío, y te muestro una isla que es la más linda del caribe. Sus mares cristalinos y sus formaciones rocosas... hermosas. Allí, Cronos, el dios del tiempo, puso una ventana que te quiero mostrar, la ventana al Caribe. De un lado de la ventana a otro, miras y ves la inmensidad del mar. La ventana te da perspectiva, es solo una roca cuando miras a través de ella. Pero En realidad es mucho más que una roca, y está allí para todo aquel que pueda y quiera mirar. Algún día, cuando se cierre la ventana, nadie ha de tener esa perspectiva y entonces todo va a cambiar; así que quiero llevarte para que mires a través de ese portal de rocas.”

Triton siguió a su padre por todos los mares, sin prisa y de paseo, flotando, zambullendo, y nadando llegaron al Mar Caribe. Allí, a lo lejos se veía una islita llamada Puerto Rico. Humeaba una chimenea de entre medio de su cordillera. montañas verdes y altas...”¿Quien sabe que civilización es aquella?”, se dijo Tritón a sí mismo. Así, continuaron recorriendo el perímetro de la islita con sus playas de olas rítmicas y las palmeras danzando con alegria al ritmo de la brisa caribeña. El sol brillando y parpadeando a través de la espuma de las olas contra la arena en sus playas bellas.
Llegaron por fin al lugar de la ventana...Punta ventana. La ventana al Caribe. Allí permanecieron en silencio mirando a través de ella. “¿Que ves a través de esta ventana hijo?”

“Es como mirar por una lupa, ¡todo engrandece papá!” “Sabia observación”, le dijo Poseidón a Triton. Este lugar, está isla, es un microcosmo. Desde aquí, todo ser puede tomar la capacidad para entender las leyes divinas. Todo lo que ves aquí, tiene efectos hasta en los lugares más remotos del mundo. La ventana te da esa perspectiva. Es una lupa.

Pero hay que mirar de afuera hacia adentro, para que puedas apreciar el efecto de adentro hacia afuera. Es un contraste. Si miras desde adentro, el mundo parece inmenso, inalcanzable. Hace que parezcas insignificante, como si el que habita adentro fuese de poca importancia. Pero si miras de afuera hacia adentro... aahhh, ahí está la sabiduría. Observa los detalles de lo que es la vida. En lo más pequeño, en el microcosmo más pequeño se aprecia la fragilidad de la vida, puedes ver como las leyes del universo implican una cosa con otra. Todo está conectado. No hay un granito de arena en el suelo del mar que no tenga consecuencia en otro lado del globo terráqueo. Pero vendrá el día en que no haya ventana, porque nada dura para siempre. El dicho dicho, ‘una ventana de oportunidad‘ es más profundo de lo que te imaginas. Pues lanzaré mi tridente con tal fuerza que haré que la tierra tiemble y entonces la ventana desaparecerá.”

“Porque hacer eso Padre?, no sería mejor dar esa perspectiva a toda la humanidad hasta el fin de los tiempos?“


“Hijo, ¿Sabes que es el fin de los tiempos? Es un cambio de perspectiva forzado. Todas la ventanas desaparecen en algún un momento u otro. Nada es para siempre. Nunca olvides la perspectiva que esta ventana te ha dado.”

...Y así recuerdo la ventana al Caribe. Una ventana al mundo que me dio perspectiva. Imaginado que la miniatura de isla donde nací, Puerto Rico, era insignificante comparada a las tierras americanas o al continente Europeo, mirando de adentro hacia fuera hasta que tuve que mirarla de afuera hacia adentro y entendí el poder de la cultura, el lenguaje, el sabor, el calor, los colores y el mar. El combustible que mueve la vida. Hoy, desde lejos, imagino que Poseidón tiró su gran tenedor al sur de mi islita y tumbó la ventana al Caribe. Y yo, hija de Dios pregunto, “¿Será el fin de los tiempos? En verdad, un cambio de perspectiva forzada, mientras los platos tectónicos del caribe deciden mecer, crujir y mover el piso de mi isla. Leyes físicas en movimientos. Mis ojos solo pueden flotar en el mar salado dentro de mi.