Verdad macabra

Tengo un cuarto menguante,
en la pared una cruz del sur...
Una lanza que danza en la luz
y asombrada una sombra sangrante.

Tengo un olvido en un recuerdo.
Un trébol, al cuidado de Alfonsina,
con cuatro hojas que alucinan
aquel viento eternamente lerdo.

Tengo una guitarra silenciosa,
que sueña sus viejos aquelarres.
Una melodía esperando el amarre
a las palabras de una nueva prosa.

Tengo miedo al mismo temor,
a que se acaben las palabras
y ya vacía la pluma que labra
sobre el blanco frío del dolor.

Clave en mí la verdad macabra
de olvido, silencio y desamor.

 

Un poema muy hermoso donde la verdad por más macabra que sea casi siempre termina con historias donde el olvido, el silencio y el desamor están ahí asomandose, me gusta la nostalgia que encierra, gracias por compartirlo, saludos!