Verde es el Olvido

Amanece y me parece un milagro
esta vez,
escucho a los ignorados pájaros de ayer,
cada sentido ha florecido y permanece atento.

Canta el alma desde adentro,
mientras repaso la extinta oscuridad,
el olvido se ha convertido en musgo,
y reverdece orgulloso.

Compacto y presuntuoso,
pero cobarde y verde,
indefenso y sin pies,
cuajado e infértil,
olvido, solo eres musgo.

No me tocas por dentro,
no me hieres mortalmente,
mis ojos ya no te permiten,
a ras de suelo has de estar,
como debe ser,
compacto y presuntuoso,
pero cobarde y verde,
indefenso y sin pies,
cuajado e infértil.

Me he parado como vez,
y te miro de frente,
ya sin miedo,
tu enmudeces,
y solo puedes ser verde,
tu otoño es inminente,
amarillo te prometo que serás,
y que en polvo te convertirás.

Te devuelvo, estas,
mis escaras de tiempo,
tus medallas dolorosas,
y tu crucifijo de hierro,
tu frio y tu fuego,
tu limo y la herrumbre de mi alma.

Hoy soy enorme y violento rio,
y huyo de ella y de ti,
mueran al fin,
ambos verdes,
su otoño es inminente.

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