Versos muertos

Los despojos se pudren entre el agua marina
y la sangre de unas lágrimas.

No lloradas.

Salado ácido que horada el alma (si es que existe eso... el alma)

Los despojos blanquecinos, podridos,
de unos versos no nacidos.


¡...Coño!

​

El loco que muere. 2018. Julio que llueve​

 

Los versos escritos o lanzados al aire, nunca serán versos muertos, porque siempre habrá alguien que lo tome y le dé vida al leerlo.
En este caso son versos tristemente dolidos. Un cordial saludo Poeta, con mi admiración de siempre.

 

Gestados en tu mente ya existen, luego nacen en forma de letras y una vez que se ponen de pie...bueno, esa ya es otra historia. Saludos cordiales, César.

 

Pero hay versos que mueren -como algunxs niñxs- sin haber nacido, antes de haber sido escritos. Y mueren hasta por tonterías ¿sabes?... Porque se hizo tarde, por una discusión desafortunada, porque se perdió una libreta de apuntes o porque un teléfono fue robado. Hay versos que tienen mala suerte y su destino es morir, igual que la vida. E igual que la vida, duelen.

Gracias por haber estado aquí. Si puedes, no dejes que se te muera ningún hijo... ningún verso, Alma de Lobezna.

 

Sí. Cuando pueden escriben su propia historia.

De verdad muchísimas gracias por haber estado aquí. Es... en fin. Gracias.

 

Ay, maestro, hay cosas tan indecibles. ¡Ojalá pudiera la palabra!

O será que soy demasiado mal poeta... supongo.

En todo caso le agradezco.

 

Gracias.