Versus

Versus



- Pequeño estúpido. Niño idiota.
¿Es que nunca aprenderás
de tu dolor?

- Cállate, viejo amargado.
A mí me parece encantador.

- Si es que no escuchas,
ni tampoco aprendes...
¿contigo qué se puede hacer?

- Si es por mí,
ni siquiera te molestes;
ya sabes que jamás te entenderé.

- Ojalá lo hicieras,
maldito imbécil.
¿Acaso olvidas quién recogerá
tu resquebrajados pedazos después?

- Deberías ser tú quien me olvidase,
presuntuoso deficiente.
Tus consejos nunca son tan certeros
como tú te crees.

- Así sea, pues, si tanto lo quieres.
Volverás como siempre,
sollozando y mutilado,
antes de que termine
siquiera de contar hasta tres.

- Eso habrá que verlo,
mi compañero de fatigas...
cumpliré con mi trabajo,
digas lo que digas,
por mucho que siga errando al escoger.

 

Gracias, Eduardo. También yo estoy encantada de conocerte :::wub:::