Vía Crucis

La noche que caí dentro de la sombra que tocaba todas las estrellas
Todo creció en mi hacia la raiz más delgada de la voz
Todo fue recolección de índices haciendo zanja en la parte más dura de mi piel
Ahora me veo como una parada que espera todos los mensajes con sus botellas blancas
Con sus arrebatos a flor de lava.
Así se dispusieron las cosas cuando terminó la lluvia
Cuando el origen del perdón tomaba su lugar en aquel paredón
Tomando aquél color que hace bajar la vista en la raya de partida.
Entre tanto, una mariposa volaba amarrando el candil con su llama interrogante:
¿Qué dijiste cuándo el número crecía tratando de agarrar cualquier respuesta,
Qué caricia arrancaste de todos los ladrillos que navegaban con tus lágrimas,
Algo cayó con todos sus huesos
Y no tuviste tiempo de recoger tus ojos
Ahora es el turno del incienzo, de las palmas más frescas de las manos
Y aceptar el perdón que viene recogiendo todos los gritos de tu vida...

 

Tus poemas tienen fuerza y belleza, con sólo decirte que las imágenes atrapan. Un gusto leer esta bella obra, saludos cordiales.

 

Gracias Nancysant, muy amable como siempre.