Viaje al más allá

La mañana se torna presuntuosa,
la fresca brisa azota su cabello
peinándolo al descuido,
ella aspira ese aroma fragante,
que la rejuvenece
y la hace más hermosa,
sumerge su cuerpo desnudo
cuando llega la ola,
percibe sobre su carne
la caricia más suprema,
invadiéndola toda
sin causarle pena,
sensación plena y maravillosa
la cual antes nunca había sentido.

Sublimes sensaciones
agolpan su sentimiento,
se siente sirena,
su mente racional se vuelve agua,
no siente ni dolor ni pena,
traslucida, transparente,
abandonada de los males
que agobian la vida.


Deja pasar el tiempo
hasta sentir la sensación más aguda,
sabe que debe volver,
su estancia allí no puede ser eterna,
lo sabe,
y aunque no quisiera
debe volver a la vida.

Espera el último instante para regresar,
mientras el agua cual si fuera bendita
cada orificio de su cuerpo
purifica al penetrar,
entonces se siente santa,
libre de acciones viles,
lejos de tanta maldad.

Y vuelve el deseo de no regresar,
ya no quiere volver a la vida,
aunque allí apenas puede ya respirar.

Comienza a sentir que algo le oprime el pecho,
no es un sollozo,
no tiene deseo de llorar,
percibe ya muy tenue la felicidad inmensa
que sintió al llegar,
escucha susurros llenos de reproches,
los cuales quieren hacerla pensar,
Entonces comprende
que la llevan de nuevo a la vida,
pues ella sola no quiso regresar,
El corazón ya late y ella respira,
pero nadie se da cuenta
que todo es mentira,
pues su cuerpo está de vuelta
a la celda de este cruel penar,
pero su mente ya no es la misma,
absorbió de allá demasiada tranquilidad,
para volver a la lucha de la vida,
y su cruel realidad.

Y antes de volver a la vida racional,
su mente le promete y jura,
algún día ella y su alma,
al más allá regresaran.