Vicio

Alma de mi nariz y de mi mente,
mi cabeza ante ti siempre se inclina,
pues matas el cansancio y la rutina
y haces magia y la noche diferente.
Si te ignoro, me esperas en la esquina,
si te huelo, se me vuelve loco el diente,
la pupila chiquita, inteligente,
blancas las mesas son en la cantina.
Contigo nada puede ser urgente,
y, aunque sé que me llevas a la ruina,
asiento con la testa, con la frente,
mi dolor no lo cura la aspirina,
si estás tú para todos soy ausente,
te quiero y tú me quieres, cocaína.

 

Dicen que de algo hay que morir, y si lo haces contento... lo peor es que no te mate y te quedes de la olla, (como suele pasar).
En cualquier caso es un buen poema. Un cordial saludo, poeta.

 

jajaja, esto lo escribí hace años, ahora sólo me dedico a las cervezonas y sin abusar que el cuerpo no es lo que era, cosas de ir haciéndose mayor. Un abrazo.

 

Te entiendo perfectamente, compañero, jajja. Un abrazo.