Victimas del dolor

Schopenhauer decía que el dolor sufre distintas transformaciones, que una vez cito en nuestro cuerpo, el dolor físico se ausenta por un lapsus indeterminado de nuestro tiempo, sin embargo sufre la metamorfosis que lo transpone sistemáticamente a un estado de conversión, modificando su condición, sin perder la capacidad original de provocar dolencia, solo que virtual o intangible, tomando la forma abstracta de una ira, un despecho, odio, o envidia, llegando a niveles absolutamente perversos de irracionalidad ciega, claro está, este formato de dolor se ajustaba según él, a momentos en los que agentes externos inspiraban al dolor, a fusionarse con los sentimientos del individuo, coordinando un ataque masivo de daño virtual a su mismo cuerpo, pues esto acarrearía en un nuevo dolor físico, post enervación, como una migraña aguda o mas aun provocando nauseas, mareos.

Pivotando la misma pisada, puedo agregar desde mi óptica, que el dolor tácito, según creo podría catalogarse como un virus emocional que, una vez introducido en un cuerpo, lo infecta considerablemente bajando las defensas automáticamente, generando pensamientos cargados emocionalmente, ramificándose rápidamente por el sistema nervioso. Induciendo a futuras sufrimientos agudos producidos por el estrés.

Continuando con el concepto creo que el dolor, nace con nosotros mismos y crece en forma similar a la nuestra, preservando el miedo a fallar en cada cosa que emprendamos, de hecho cuando nacemos, sufrimos el dolor a lo desconocido y volcamos en llanto.
En la niñez una experiencia nefasta importante, nos acompañará por el resto de nuestra vida, ya que en el banco de datos de los distintos dolores arraigados en la memoria, se encargará de disparar la imagen como acto reflejo, para hacernos dudar en los acontecimientos que se avecinen.
Seremos siempre victimas del dolor, hasta descubrir la forma de dominarlo.

 

La medida del amor es dar, darse.

"Dar hasta que duela, y cuando duela dar todavía más".
Madre Teresa de Calcuta (1910-1997)

 

muy agradecido por tus palabras amigo
tyngui sanchez