Vida mía, cariño que en mi pecho late

¿Por dónde comenzar?, nada más que rodeos son las introducciones para textos breves como éste. Solamente dejaré que la creatividad ayude y el corazón junto con el pensar sean quienes produzcan el tejido de la asistemática trama, aquí no hallaréis suspenso sino intensidad amatoria.
Seres amantes, tal es la esencia de los protagonistas.
Te hablaré a ti, amada de mi corazón, recordando cómo nos fundimos en ardiente amor, cuando el aroma de tu piel impregnaba nuestra atmósfera.
La belleza no es mera alegoría, es real y enamora en todo sentido. Tú sabías lo bella que eres para mi corazón, al ser inspirado por ti siento la perpetua caricia de tu recuerdo, envuelves mis recuerdos y mi presente, muchísimo más intensa que el viento es la remembranza. Si existiera el abrazo eterno sería el ideal más grande del corazón.
En mi piel ha quedado el sello de tu piel, ahora sólo eres mi ensueño, la bella flor cuya fragancia envuelve todo lo que has sido para mí.
No sé cómo sucedió que el aroma de tu piel ha quedado impregnado en mí. Todo comenzó como una cálida amistad, luego se convirtió en amistad amorosa y la nueva etapa fue el intenso amor.
Todo aspecto y momento ha llegado a ser hermoso, la totalidad de aspectos y momentos en su conjunto es un gran tesoro que en parte logro dejar por escrito para no perder esas perlas de vitalidad compartida, nada es contingente o intrascendente sino necesario y precioso.
Es imposible hacer abstracción del lugar donde han sucedido todos los momentos memorables, los paisajes quedan sellados en la memoria y el cuadro del recuerdo es la belleza creada por espontaneidad circunstancial en los espíritus enamorados. Ahora mismo pienso en un cerro, terreno extraño para mi costumbre de pisar llanura, más allá de esos accidentes lo esencial era la presencia de la amada y la mutua compañía, el diálogo con palabras y miradas.
Si supieras que la dulce memoria de nuestro amor permanece con su primaveral frescura, como cálido atardecer estival. Por completo me abandonaba, olvidándome de mí en la profundidad de tu cielo, si supieras lo mucho que extraño tu mirada, tu voz y tu tacto.
El tiempo avanza en lentitud ahora, pero el amor no está en el tiempo sino que lo traspasa, el amor no se deteriora como nuestro cuerpo sino que es capaz de mantener su lozanía sin importar los días, meses o años, la fragilidad y vanidad están en la fugacidad pero la firmeza e intensidad traspasan los momentos.
La vida, ¿cómo termina?, solamente deseo invocar tu nombre que evoca a tu amada personalidad en mis últimos momentos de conciencia antes de expirar.
Más lejos en el tiempo y más te amo.



Dejo una canción que se titula "Vida Mía", es instrumental, una fusión de tango y jazz, géneros musicales que amo aparte de la música clásica.