Vida mía, de nadie.

Vida mía que palpita en mis entrañas,
que suspira al sueño de lo que fue,
¿hasta cuándo el no querer de los que quieren
será la unión que nos condena?
Vida mía, alma que crepita en el dolor
y en el letargo de las esperanzas vacías,
¿podrás, dulce de tu boca, seducir
a las mustias ánimas que duermen
sin dormir en el eterno pecado?
Vida mía, calor de mi pecho,
¿habrá esencia tras el vasto horizonte
que nos niegue su simpatía?
¿existirá tal fuerza
que no se hunda bajo nuestras huellas?
Vida mía, luz de mis pupilas,
¿es que acaso dos seres latientes
pueden ser el uno sin el otro?
Vida mía, flor de mis mejillas,
¿me será concedido entonces tu recuerdo
para la eternidad de la memoria?
¿Sacudiremos nuestros adornos
y serás tú mía, como fui yo tuya quizá en algún instante en el tiempo?

Vida mía, de nadie, decían.
Vida de los que fueron cuando estaban.
Vida de los que ya no están pero estuvieron.
Vida de los que se quedaron y se ahogaron en los océanos del alma.
Vida del que late, del que ríe y del que sueña.
Vida eterna del amor y de las penas.
Vida mía, de todos y de nadie.

Si os ha gustado, podéis ver más en mi blog: https://poesiaescarchada.blogspot.com/

 

Un placer leer estos versos de tristeza.
Saludos cordiales.