Viejas nostalgias.

Caímos, como el sol ante la oscuridad creciente
resplandeciente luna que nos destierra otra vez
siglos sin luz, no para de menguar esta miseria
matanzas de un ser esclavizado ante su destino
lágrimas de un dolor causado por su reacción.

Aún las veo, puedo olerlas, puedo sentirlas
saber qué demonio encierra el sufrimiento
la melodía de su tristeza muda, absorbente
de mentes distorsionadas, su odio pestilente
escalde sentimientos, ahogados en sangre y sudor.

Horas muertas, tras la sombra que acecha
esbirros nacidos distócicamente por el mundo
enfermo y sombrío que escurre las lágrimas
caídas tras el caótico sistema involutivo
de un mañana sin futuro, sin pasado ni presente.

Las horas sin sol, escondidos ante la adversidad
renaciendo de un profundo descanso mental
atrapados por el sentimiento de ser, dejar de ser
involucrado en mí, como en vos, veo caer
aquel síntoma que hoy nos deja a la deriva.

Sufrimos sin la causa de un herida abierta
dejamos el camino andante abierto hace tiempo
vemos caer a muchos, a pocos ayudamos
hoy veo tu caída, hacia un nihilismo emocional
puedo sentir qué causa tus rojas lágrimas.

Sobre el río, veo renacer las cenizas
de un pasado perdido, pero no olvidado
en el cual desde hace tiempo nació una esperanza
en forma de flor, que recuerda sus principios
y su causalidad, efecto de una vieja nostalgia.