Viejita mía

Viejita mía


Dulce madre fiel amiga

Fuiste tú todos los días

Tu constancia fue en mi vida

Lo mas grande vieja mía


Acompañaste mi existir

Desde el mismo nacimiento

Pues por eso mi sentir

Te lo ofrezco como aliento


Tu consejo dulce y sabio

En momento no esperado

Fueron los que me moldearon

Y cultivaron mi vida


Por eso pues viejita mía

Aun te sigo recordando

Como añoro tus consejos

Cada noche y cada día


La meta que te trazaste

Fue de madre y protectora

Consolaste a tus hijos

Cada momento de otrora


Hoy le pido a Dios divino

Que te alberga allá en su cielo

Te permita la licencia

Para que seas mi consuelo.

 

Muy bonito. Muy lindo y enigmático. ¿ Qué le sucedió ? Seguramente, murió. Pero esa palabra es dolorosa. Por la tanto, la escondes. Pero está muy bien dedicarle unos versos.

 

Así es ella está en el cielo pero yo la recuerdo y siento que ella desde allá me lee. gracias por tu comentario, saludo hermano de letras