Vienen los otros

Tú conoces las desapariciones.
La coacción. El contexto. La lucha peligrosa
donde el fuerte se abroga los recursos
con mayores probabilidades de vencerte.

Tú, ¿qué puedes contra los poderosos?
¿Contra el ejército, los paramilitares,
la mafia, el Pentágono, los medios y la prensa,
el vendepatrismo, la guerra sicológica?

Te han advertido el desafío: la historia ha muerto
y no te queda otra, combatiente.
Vas a decir «No. No me rindo».
Tu consigna que sea «yo aguanto».
Pero sufrir no es mi destino.
No voluntariamente.

http://www.mundopoesia.com/foros/po...50202-manifiestos-del-interes-propio-1-a.html

3.

Es tu trabajo lo que da el alimento,
la salud a tus hijos, el amor
de tu esposa, la lealtad del amigo.
Trabajas y callas: tienes ya suerte de estar vivo.
Y el corazón en un hilo.

Admitirías que el amor, por universal,
lo soluciona todo; paciencia y barajar,
y a Dios rogando cuando la violencia confunde
y lo complica todo, mas tú sí, con el perdón
te salvas, obedeces, como si el hambre acabara
con cruzarse de brazos. Mas peor es morirse.
Sin embargo, recuérdalo…

Unos a otros, los asesinos se niegan. Se protegen.
Y su injusticia es lo impune y tu miedo, pan amargo.
Ya que propietarios y gobierno ventilan psicofraudes,
se inventan los fantasmas, no los consumas
ni por amor a tu vida. Son hermetismos
y verdades subjetivas. No convienen.

2-11-1989

http://ocnaranja.blogspot.com/

 

Saludos, Ligia, gracias por leer
y comentar. abrazo,
carlos

 

Yo tengo que ser tremendamente sincero, sino faltaría a uno de mis principios fundamentales. Llevo tiempo leyéndote pero creo que no te he enviado ningún comentario, hoy considero que es hora de darte una explicación, pues no deseo ni quiero que pienses que no te leo o que tus poemas no me interesan. Todo lo contrario, tienes una forma de escribir muy profunda, donde todos tu poemas son o están llenos de una maravillosa composición poética pero, como te digo al principio, realmente me cuesta trabajo sacar conclusiones que yo te pueda comentar, observo que sabes y que escribes muy bien, pero tu tipo de poemas no está al alcance de los más sencillos (entre los que me encuentro yo). Yo haría un símil con la pintura, la objetividad del que analiza difiere de unos a otros como los polos de la tierra, y es eso lo que creo que me pasa contigo. No obstante lo dicho, no dejo de reconocer que tus poemas encierran y vierten un sin fin de enseñanzas que muchos neófitos no logramos alcanzar el significado real, lo cual no significa que sean malas, probablemente son de las mejores, pero mi limitación poética me impide verlo. Es siempre un gusto pasar por tus letras aunque me quede en el anonimato, pero aprecio la parte puramente literaria como salidas de un buen poeta y es justo eso lo que deseo decirte, si te dijese otra cosa sería un hipócrita, y eso no va con mi manera de ser ni con mi formación literaria y social. En todo caso reconozco que escribes bien y te felicito, aunque no llegue a alcanzar la grandeza de tus versos. Un fuerte y cariñoso abrazo.

 

Rendirse nunca.Un abrazo

 

tienes muchos elementos poéticos importantes:
la prosopopeya (personificación) cuando mencionas que el hambre se cruza de brazos, interesante cualidad humana que le das a una sensación abstracta.
Otro es la elipsis en el primer verso, donde suprimes elementos gramaticales para darle mayor fortaleza, brevedad y energía al poema.
Si bien me hubiera gustado más si llevaran comas en lugar de punto y seguido, pues la brevedad energiza más al poema
excelente escrito amigo.
hasta la próxima

 

Don Raúl: Me ha conmovido su sinceridad, su honestidad. Un poeta como usted entiende con el corazón y tal vez más profundamente mi mensaje que los que, por ser intelectos rigurosamente cultivados, necesitan conocer cada palabra (léxico utilizado), cada sistema de comas y puntos, cada posible lectura que quien escribe haya podido tener, cada recurso de arte. Eso a veces quita la atención, desvía el disfrute simple y puro.

Es cierto que tengo complejas piezas de literatura; pero, también otras a veces más sencillas que lo que la gente promedio cree. Sé que cada una las obras las dirijo a un público diferente; a menudo me asalta la idea de que sólo un judío entenderá mi libro «Teth, mi serpiente»; o los que han estudiado el Tantrismo (la religin del Kundalini y el Yoga) y los practican, serán los que entiendan mi libro «Tantralia». ¿Qué no decir del libro «Heideggerianas», mi libro más complejo? ... pero yo tengo algo para todos en esos libros y así en otros que son más mayoritarios y abiertos, como mis libros para los pordioseros, los inmigrantes, etc... yo pienso en términos de libros y públicos, porque usted sabe casi siempre escribimos para otros poetas porque los poetas son los únicos que leen en esta sociedad de prisa y cada vez más reducidos lectores...

... no se sienta incómodo ante mi poesía, está llena de amor y pasiones que son universales, que son identificables no importa el disfraz, o el juego, o el léxico, a las que yo las someta. Un abrazo,

carlos

 

Gracias por leer, Tamales.
un saludo,
carlos

 

Gracias, gedeon.
bienvenido a mis letras,
carlos

 

Lo íunico que puedo decir es que nCarlos tus versos traen una verdad universal la que todos conocemos y a don raúl lo único que puedo decir es que lo admiro de verdad´porque sus palabras traen sinceridad y verdad.

 

Somos consumidores de fantasmas y psicofraudes, de gobiernos y empresarios, de militares y religiosos, que con el miedo nos confunden y paralizan, más no debemos hacer caso de sus falsedades y fantasmas,
no les demos la razón en todo es todo quimérico.
Nuestro trabajo, la unión de todos los trabajadores podrá contra estos
que se llaman los beneficiadores del genero humano.

Una interpretación mia

un abrazo Carlos

 

Saludos, emu.
Gracias por comentar. Creo en eso al final de tu mensaje:
«Nuestro trabajo, la unión de todos los trabajadores podrá contra estos».
Un abrazo,
carlos

 

Agradecido de tus palabras, Aubriel.
un abrazo,
carlos

 

Saludos, elquecomienza.
Aquí en los foros un remanso de poemas,
para todos conocernos,
un cuartel de trincheras para leer.
carlos

 

Amigo Carlos, lo primero que desearía es que me apees el "Don Raúl" y me trates de tú como compañero de letras, al margen de la edad o las diferentes titulaciones que cada cual tengamos, pues si bien, por mi formación y estudios, lo tengo incluso superado (oficialmente mi trato es de Usía, es decir soy Ilustrísimo Señor) no es el caso que nos ocupa y no quiero parecer pedante, pero tampoco quedarme atrás. Te agradezco el sincero comentario que me devuelves, siempre muy instructivo pero, de igual manera, me das pie a que te responda con todo cariño y amabilidad, que es mi costumbre. Sin tener la más mínima intención de resaltar mi Curriculum Vitae, no me das pie más que a decirte que soy una persona que posee dos titulaciones superiores, amén de varios masters y cursos específicos en los Estados Unidos. Mis carreras son técnicas, por ello tengo una desventaja en los que, al parecer como tú, se desenvuelven más cerca de las letras, pero ello no indica que las letras no sean parte de mi vida y mi formación, aunque no mi especialidad. Cuando te hice el comentario, producto de esta respuesta, me refería a que tu poesía, que repito me parece buena y muy bien escrita, no es realmente una poesía que llegue a la mayoría de los poetas, al menos con cierta facilidad para la comprensión, no es tanto el caso mío, sino de una gran mayoría que, probablemente, no sea capaz de captar en toda su grandeza tus bien manejadas y orientadas palabras. El léxico, la gramática y todos los signos que la acompañan (puntos, comas, admiraciones, etc...) no es el motivo por el cual yo te dirigí el comentario, ese tipo de cosas las manejo a la perfección (siempre admitiendo mis errores) desde que era estudiante de bachillerato (fui un buen estudiante), por lo que me parece que te has salido del contexto, o yo no me expliqué con la suficiente claridad, cuando me contestas con mucha amabilidad, pero creo que desviándote del rumbo que yo quise decirte. Tu poesía, como cualquier poesía, la analizo y la entiendo desde el punto de vista gramatical, creo que a la perfección, pero yo traté, y lo repito, de decirte que tu forma de escribir, aunque sea muy buena, se sale de los patrones de la gente más normal (entiéndase por normal, la gente en general que no tiene estudios especializados que, entiendo, somos la mayoría que formamos parte de este portal literario), por lo que creo que entenderás, tu te mueves a otro nivel que no es precisamente el nivel medio de la gente (autores y lectores) que transita por este portal. No creo que muchos autores y lectores te comprendan, si son sinceros. Existen metáforas sencillas, de fácil interpretación, y otras muy rebuscadas que no las entiende ni el mismo autor. En la observación que llevo haciéndote de tus poesías, así como de tus comentarios (casi siempre dándonos unas disertaciones de tu buen manejo del lenguaje y tu cultura), siempre he observado lo que hoy me ha empujado a comentarte lo que ya te he dicho, no fue tanto el poema de hoy, como todo lo que llevo leyendo de ti y tus comentarios, quizás la poesía de hoy no sea la que más se acerque a lo que te quise decir en mi comentario, pero consideré que debía de hacerlo para que sepas que yo no te tengo en el olvido, te leo, pero no te comento, y las razones ya te las he dado, no me gusta comentar algo que no llego a captar de verdad, al menos que no estoy muy seguro de haberlo captado. Con ésto, mi querido amigo Carlos, no sólo no quiero decirte que lo hagas mal, sino todo lo contrario. El problema real que yo veo es que tu eres demasiado especialista y se te nota a distancia que manejas tu léxico con palabras que no suelen ser utilizadas en la terminología normal, la que está más cerca de la mayoría de los autores. Probablemente piense así, porque mi estilo es justo todo lo contrario, mi lenguaje y el léxico que empleo es sencillo y entendible por la mayoría, claro que también me doy cuenta que está mucho menos valorado, pero yo no estoy aquí para que me valoren y den premios, estoy para expresar, seguro que igual que tú, aunque con diferentes estilos, lo que me dicta el corazón y lo que saco del día a día en mi observación de la vida propia y la de los demás.
Perdóname la extensión de mi explicación, pero tengo este defecto, cuando me pongo a escribir no utilizo el reloj como cuando tengo que hablar en público, de ahí que se me vaya un poco la prosa e, incluso, pueda resultar pesado, aunque ésta no es mi intención. Espero que entiendas mi postura y te reitero mis gracias por tu agradable e interesante respuesta a mi primer comentario. No obstante lo dicho, siempre es un placer leerte y no tengo que repetirte que eres una persona muy bien versada en el lenguaje y lo manejas a la perfección y, además, muy culto. Recibe un fuerte y cariñoso abrazo de tu amigo de letras
Raúl

 

Te agradezco de todo corazón que me comuniques tu evaluación personal de mi estilo y mis letras y entiendo las clarificaciones.

Sé que trabajo muchos conceptos poco comunes entre los poetas que se contactan con los medios de internet y, por motivos creativos y originales, salpico mi obra con extrañas palabras en hebreo y el desaparecido idioma sánscrito, lo que ya me hace arduo.

... pero arrieros somos, don Raúl, y en el camino de la renovación del decir andamos.

Un abrazo,

carlos

 

Pues yo soy uno de esos ingenuos que confían no cambiar el mundo, si no que, cambiando, primero, cada uno de nosotros, se producirá la verdadera transformación. De hecho creo ya hay bastantes señales que van en ese camino. Amo la utopía del amor y el día en que la causa de todos los males (el ego) haga florecer un nuevo mundo y un nuevo ser humano. En qué consistirá ese cambio (la vida es un constante fluir y transformación) lo ignoro, pero sé que el camino más valido es el del amor. Estas humildes letras me han sugerido a mí la lectura de tu poema. Un grato placer asomarme a tus versos y un fuerte abrazo.javi.

 

Sí, Javi. Si no cambia uno, el mundo no cambia. Ese uno egoico se multiplica y vienen esos «otros» a intensificar la guerra de todos cada todos, la guerra de los egos organizados para desaparecer al prójimo,

carlos