Vientos de paz (conflicto vasco)

Lamian los gatos en los tejados,
tientan las putas en las esquinas,
duermen ladrones de guante blanco
con el cándido abrazo de sus letrados
y el calmo frenesí de sus concubinas.

Se aventan las mentiras y los insultos,
se trilla el trigo duro de la injusticia,
muestran sus incisivos los asesinos,
se relamen de babas y de locura.

¡Ay de mi gente alegre y ay de mi tierra!
Comiendo satisfechos en sus cantinas.
Pasa el mal con su báculo encapuchado,
y vuelven a lamerse allá en los tejados,
y vuelven a tentarnos en las esquinas.

 

Es poesia muy definida y de gran nostalgia por tu gente y a la vez de reclamo. Te felicito.

 

gracias por tus comentarios. A ver si encuentro yo algo tuyo. Hasta pronto

 

Buen poema, es importantísimo para el país, que haya gente como tú, que muestre la faceta más interior de esta batalla, que afecta a nuestra sociedad. Gracias por darte a leer.

 

Jajaja, y es que todo es tentación y engaño.
Mientras todos andamos en las cantinas. Todo es mentira y encubrimiento.
Me ha gustado esta parte:

Se aventan las mentiras y los insultos,
se trilla el trigo duro de la injusticia,
muestran sus incisivos los asesinos,
se relamen de babas y de locura.


Un placer verte también Sociopolíticos.

Un beso.
Ballenito.

 

Gracias a Nilo y a Ballenito.

 

brillante poema, imagenes precisas de alguien que mira sobre un tejado. Ironico pero elegante en sus frases,
un saludo
nos leemos.

 

Muchas gracias Rigo. Esperemos que el tejado no se venga a abajo. Nos leemos. Un saludo

 

Frágiles los tejados se tambalean ante las explosiones del conflicto...siempre es agradable hallar tu poesía Francisco. Abrazitos desde Colombia...!

 

Tienes un dominio del lenguaje claro y versátil (mudable). Nuevamente mis estrellas.

 

Pues sí, hoy hemos tenido una explosión más. Yo no soy vasco, pero como español me indigna este tema. Supongo que tu me entenderás bien por el conflicto en Colombia. Gracias por estar aquí también amiga. Un abrazo

 

Gracias Salvador. Hay que hablar y denunciar también con la poesía. Un abrazo