Virgen Del Pecado

VIRGEN DEL PECADO

De madrugada, en blanco y negro,
esperándome, o tal vez no.
Sola, lamiendo tus soledades,
poniéndote hermosa sólo para mí.

Tu Romeo maúlla en algún tejado,
él no sabe que ya no tienes ganas
de tener ganas de sus fantasías,
un escarpelo te robó la excitación.

Esta mano que hoy te acaricia,
supo de alimentos y de golpes.
Mi furia de hombre cobarde,
descargó su impotencia sobre ti.

Pero siempre serás mi mujer,
mis ojos de gata, la sensualidad.
La pupila negra que se dilata,
mutando traiciones en ternura.

La que toma distancia y me mira,
la que se duerme mientras escribo.
La que entra en silencio en mi cama
buscando solo un poco de calor.

Un amor sin papeles al día,
una pareja sin leyes ni promesas.
Esclava preferida, mi compañera,
los ojos que vigilan mi descanso.

Señora de estas cuatro paredes,
reina del hogar, virgen del pecado.
Que yo pueda darte todo aquello,
que el silencio no te deja pronunciar.