Visiones.

Todo va bien.
No me puedo quejar.
Mochila al hombro, camino hacia la montaña.
Botas camperas y estrellas luminosas. Luna, más allá de mi alcance.


El horizonte eleva a la ciudad de Belén.


Hay unos Reyes Magos de Oriente.
Me gustan las ovejas de los pastores.
La virgen María está pariendo al niño Jesús.
Un mastín napolitano hace acto de presencia, con su característico bamboleo musculoso.





Las ratas están siguiendo al flautista de Hamelin.





El patito Feo se ha inscrito en un parvulario de Jerusalem.
Su familia le echará de menos, pero emigran caminando, paso a paso, hacia Cachemira, en Pakistán.
Hay un cosaco russo que bebe Vodka en un cuenco de barro.
Adán y Eva están en la taberna del profeta Jeremías.


Ha resucitado de entre los muertos, el patriarca Henoc. Está hecho un ovillo de lana.


Henoc es un gran visionario, pero necesita los cuidados intensivos de la enfermera.
Edna Krabappel llega con un canasto lleno de huevos de gallina.
Está Monty Burns, el magnate, en la limusina.
Y por supuesto, su ayudante Smithers, ha salido repeinado, de la masión.





Dispuesto a cooperar.


San José monta en camello, porque se lo han regalado sus primos, los beduinos.
Un flamenco rosa sobre una de sus patas, se apoya, en un lago cercano.
Las góndolas venezianas se aproximan, impulsadas por pértigas.
Y yo tengo un cigarro que no sé qué hierbas contiene.