Visita A Una Vidente

Era la cruz de plata y lapizlazule
pendiente en la gruesa cadena de metal,
ubicada en el centro del mundo invisible,
en el punto infinito de la eternidad.

Era el paño negro, opaco y siniestro,
mortaja de espacios de un signo astral,
el símbolo vivo de todo lo muerto,
envoltorio de duelo que invita a la paz.

Eran las manos...transmisores claros
de un sexto sentido -conciente y veraz-
que apunta a todo lo oculto y dormido,
con potenciales venidos del más allá.

Era el rostro de gestos conocidos,
que sabe a extrañeza, mas es familiar,
que lleva consigo toda la experiencia
de una vida hecha para el bien, nada más...

Era toda su casa albergue de seres
que con nuestro silencio buscaban hablar,
unidos a estrellas y otros planetas,
a lejanos cuerpos de otra humanidad.

 

Sofia me has dejado completamente sumergida en tus líneas, escribes muy bien y lo sientes mejor y eso es muy importante, que el poema se sienta por el autor...
Mis saludos y besos desde aquí.

 

excelente forma de expresarte, realmente me sorprendiste, te felicito

 

Muy bien descripto el clima y el contexto de esos seres que muchas veces se pueblan de desesperados clientes de la angustia.

Me gustó mucho.

Un cariño.

 

Encantada de leerte amiga
muy lindas lineas e importantes tbn.

hadita

​

 

Me alegra mucho tu atención, y tus palabras, es un hecho real descripto como yo lo vivi...hace mucho. Gracias por estar aqui disfrutandolo.

 

Gracias por tu breve pero tan galante comentario. Me alegra que te haya gustado.

 

Muchas gracias por tu visita y tu comentario tan criterioso, era un hecho real visto con mis ojos, y asi salio. Un cariño.

 

Otra vez, muchas gracias por tu visita, y tus comentarios minis pero llenos de
tu talento.