Vivirte

Vivirte, para verte bailarme sobre el papel.
Vivirte, para ser inerte y hablarte sobre el papel.
Vivirte, etérea como un ente, incandescente sobre el papel.

¿En qué rincón de mi mente iré a buscarte?
Buscarme, bucear las aguas del ligero aire que te embarga;
y en este polvoriento ensueño, devora la catarata que me amarga.

Dime si todavía puedes sentirlo ¿Tú y yo, alguna vez existimos?
de ser así ¿Quién de nosotros dos es el que está vivo?
Cada centímetro de tu gramaje -mi talento- mi aliento lento
que borra la oscuridad con tan sólo su simple suspiro…

¿Cuándo te fuiste? sin dejar rastro aparte de este rostro triste,
¿cuándo te fuiste? sin preguntarme, pero sin llevarte los interrogantes;
¿cuándo te fuiste? arrogante sin despedirte, haciendo no poder olvidarte.

Yo no soy poeta, no soy poema, no soy verso ni prosa sobre el renglón,
no soy historia ni novela, no soy ningún cuento, sólo te cuento mis penas;
no soy poeta ni escritor, ni escrito está el dolor que recorrió nuestras venas.

Yo soy luna a medias, sin nombre, sólo sombra deforme de la tardía noche.
Yo soy sol, sólo, a solas con nubes de polvo que hieren nuestra atmósfera siempre.
Yo soy lo que tú quieras, porque tú eres quién me hizo poder ser libre alguna vez.

Y te has ido… Y te has ido… Y me has dejado ido, aletargado, hundido,
perdido deliro en el vacío de mi soledad diciéndole al papel que ya no estás…

¡Carpe Diem! Me dijiste ¡Y mírate! Lo cumpliste con el infortunio inocente;
muerte, sólo queda muerte para la relatividad inconclusa de la vida reclusa al azar.

¿Si solo queda muerte, por qué vives en este papel? ¡Vete! deja de atormentarme;
¡Vete o llévame contigo! No quiero querer ir a buscarte, no quiero saber que te has ido.

No quiero que me trague la nada que mora el infinito, no creo en paraísos ni avernos;
sólo creí en tu sonrisa, en tu calor los inviernos, en tus dedos pianistas sin miedos,
en tu gesto sincero, en tus ojos sempiternos, en tu voz dulcísima de abrazo…

En tus brazos, puentes ligeros… En tus piernas, pasos de cebra…
En tu pelo, mis cuerdas… En tu presencia… Mi esencia… Te echo de menos…