Volará como un niño en el colegio /Imagen 3, 4 de mayo

Volará como un niño en el colegio
reprendida la caricia de los dedos
al espacio cotidiano de mi ensueño .

Mano, que te quiero más que nunca
Pájaro, ruiseñor que cae enfermo
Ávaro, entre nómadas sin recuerdos.

Volverás como niña a tu colegio
Libres tus zapatos de mis sueños.
Ni a la guerra, ni al hambre, tuviste miedo .

Tu caricia como un ángel la recuerdo
tullida de tu mano que hoy no anexo.

Tú, qué de Dios estás más cerca
pídele que me conceda un beso.

El que tú me aconsejes, madre mía ;
el del amor o el del recuerdo.

Hazme libre peregrina,
gorrión o halcón, culmina,
apiádate de mi mano vacía.

 

Muy buen poema y magnífico cierre, un abrazo con la pluma del alma.
Hazme libre peregrina,
gorrión o halcón, culmina,
apiádate de mi mano vacía

 

Gracias Alde. Muy amable.

Cordialmente:
Maca

 

Gracias José. Me alegran tus palabras. Hice alguna pequeña modificación sobre la marcha, por darle más consistencia al poema. Cambié "ruinas" por "nómadas", como referente al desaparecido pueblo "Ávaro" .
Espero que te guste .

Fraternalmente:
Maca

 

¡Qué rezo tan bello y vehemente! ¡Que beso tan lindo y elocuente! Intuyo vestigios de valor y esperanza de cuando la guerra española, remembranzas del valor y el arrojó al presente. Mi beso, mi abrazo y felicitación. Lamentablemente digo, y con mucho respeto, cariño y admiración por lo dichoso que trajo de mucho en el talento español cuando el exilio a México de tu Patria: maestros, intelectuales, científicos de primer nivel y demás gente valiosísima ¡1600 de inicio de 1936 a 1939! Y después, muchos más. Todo se conecta entre el pasado y el presente para orgullosamente que dentro de la tragedia también surgió la esperanza... Así es bella amiga esto bello que traes a mi mente con tu sensible poema. Un placer. Besando tus manos...

Anthua62

 

Antigua. Que hermoso tu comentario, me llegó al alma . Sí. Hija de padres mayores yo, la pequeña, criada de otra manera. Mi padre nació en el 27. Mi madre si nació en la posguerra, como niña poco recordaba las penurias, y no eran tristes. La ilusión de los niños. Como esos pendientes que le regalaron por reyes magos y que ella veia brillar como diamantes, aunque eran de latón.
De mi padre si supe de guerra, pero no de penurias
De el supe incluso de América, de Brasil y Argentina, de dónde retorno mi abuelo. Hombre de casase mayor también, nació sobre el 1880. Lo salvó de ir a la guerra .

Antiguo si. Eso hace que a veces mire yo de otra manera, sin joven yo y con niñas pequeñas.

Ese soplo de esperanza tuyo me llenó de aliento. Gracias.

Vaya desde aquí un abrazo muy fuerte mío que cruza continentes. Con cariño:

Maca López


Que hermoso