Volverán más primaveras – (estrofas becquerianas)

Puede que vengan otras golondrinas
y las vea pasar,
quizá sean, aquellas que Gustavo
nos dijo, ¡volverán!

Y llegarán también más primaveras,
y vuelvan a brotar
los tallos de las plantas y las flores…
y otras vidas darán.

Los colores hermosos en el cielo
veremos al mirar
de azules o de rojos o dorados,
que ángeles pintarán.

Y vendrá inexorable el cruel aviso,
que el tiempo suele dar,
anunciando que el mío ha terminado
que llegó mi final.

No volveré a ver las golondrinas
en sus nidos posar
quizás al pasar rozando los cristales
sus alas no se oirán.

Cuando vuelvan las nuevas primaveras
no las podrá admirar,
las rosas del jardín, que te cortaba,
marchitas quedarán.

Si existiera algún medio allá en lo eterno,
para hacerme notar
mi espíritu agitado y anhelante
a ti te buscará.

Cuando sientas el aire de un suspiro
rozándote al pasar,
puede ser que, oculto con el hálito...,
un beso mío está.
.

 

Sí que llegarán las nuevas primaveras, las flores, las mariposas. Y todo volverá a brillar

Un gran poema que leo y disfruto. UN ABRAZO AMIGO

 

muy bello tu poema, siguiendo a Becquer,
te han quedado muy bien.

 

Un buen homenaje has hecho a Bécquer con esta rimas hechas a su estilo, Gonzalo; el tema los has tratado con buena mano y, como te dice Maramín, ese paralelismo que haces entre golondrinas, primaveras y el paso inexorable de tiempo lo has sabido expresar muy bien.

Mi felicitación, amigo,

 

Estimado Maramín, otra vez te doy las gracias por tu atención y tu amable y acertado comentario, gracias amigo
Recibe un fuerte abrazo

 

Hola Sheyla, muy agradecido por tu visita con ese comentario tan amble que me has dedicado, gracias

Un fuerte abrazo

 

Estimado amigo Juan, también tu presencia es muy grata y hasta esperada, gracias Juan también por tu calido comentario,,

Recibe uiun fuerte abrazo

 

Hola, Gonzalo. Encuentro en tus cuartetos de estilo becqueriano un rico material poético, muy nostálgico y expresando sensaciones profundas. Pero, te lo digo con total sinceridad, me cuesta apreciar estos indudables méritos porque los veo descuidados, con errores de puntuación y de conjugaciones verbales que me enturbian la lectura. Es un caso en que señalar puntualmente cada uno de los errores me parece un poco inútil, prefiero darte mi propia versión donde he modificado lo que consideré indispensable para disminuir ese efecto de ruido que provoca la sintaxis incorrecta en mis oídos. Por comparación, podrás deducir mis críticas. Con ellas haces, por supuesto, lo que te plazca.

La mayor modificación, como verás, está en el quinto cuarteto: creo que tus dos últimos versos están realmente mal construidos.

En el último cuarteto ha quedado una discordancia de tiempos verbales. En
puede ser que, oculto con el hálito...,
¡un beso mío irá!
corresponde, estrictamente hablando, «un beso mío vaya»; me pareció que está discordancia tenía valor expresivo, de rebeldía ante la idea de la muerte, y por ello la dejé, amortiguándola con la puntuación en el final del verso anterior.

La palabra «contactar», que usas en el penúltimo cuarteto, me pareció muy prosaica, contrastando con el contexto, buscaría una alternativa.

un abrazo, y discúlpame si mis palabras te resultan duras: son sinceras, que es lo que para mí más vale.
Jorge

Puede que vengan otras golondrinas
y las vea pasar,
quizá sean aquellas que Gustavo
nos dijo ¡volverán!

Y llegarán también más primaveras,
volverán a brotar
los tallos de las plantas y las flores…
y otras vidas darán.

Los colores hermosos en el cielo
veremos al mirar
de azules o de rojos o dorados
que ángeles pintarán.

Y vendrá inexorable el cruel aviso,
que el tiempo suele dar,
anunciando que el mío ha terminado:
que llegó mi final.

No volveré a ver las golondrinas
en sus nidos posar,
quizá al pasar rozando los cristales
sus alas no se oirán.

Cuando vuelvan las nuevas primaveras
no las podré admirar,
las rosas del jardín, que te cortaba,
marchitas quedarán.

Si existiera algún medio allá en lo eterno
de poder contactar,
mi espíritu agitado y anhelante
a ti te buscará.

Cuando sientas el aire de un suspiro
rozándote al pasar,
puede ser que, oculto con el hálito...,
¡un beso mío irá!