¿Volveré a soñar?

A veces creo en el destino, otras me obligan a creer.
Es como si mi subconsciente creara este momento, el que ya daba por olvidado. Volviste a aparecer en forma de mujer, pero esta vez como un sueño, en uno preferido.
Siempre tuve un problema con los disfraces, nunca dejaron mostrar a mi verdadero yo. Pues esto que ves, es lo que soy, es lo único que tengo para ofrecerte. Puede hacer falta solo un toque para enamorarme de ti, o una palabra de una sola letra. Pero ahí estabas, tan rítmica con tus manos y cuerpo que me obligaron a acercarme. Y esa mirada me hacia bailar, me hacía sentir vivo por alguien. Yo sé que a veces exagero, pero es que quiero verte reír. Eras lo que estaba esperando, ojalá te guste lo que llevo puesto.

Un momento íntimo de palabras nos puso nerviosos, ninguno se animaba a preguntar si se volverían a ver. Ese abrazo, esa voz del norte acariciando mi oído fue como un éxtasis. Tratando de convencerla para poder seguir viéndola en algún momento, se había convertido en mi misión de vida o muerte.
Eres tan común, tan amena… Tan yo. Tan tímida para decir lo que tus labios querían hacer.
Todo eso pensé cuando de reojo me di cuenta que me estabas besando con tu mirada, muy detenidamente y sin que te des cuenta mis ojos querían hacer lo mismo.
Acuérdate: Vamos bailando juntos hasta el otro lado, así se hace más divertido el sufrimiento. Ojalá me hubieses dado la mano, quería ver a la gente desaparecer.

El momento culmine había llegado, era hora de partir con muchas palabras de cariño en mi boca y una mirada de deseo hacia esa obra de arte. La despedida fue tan dolorosa, sentía que no la volvería a ver.
Me quedo tranquilo con saber que quizás se dormiría pensando en mí. Esta noche fui su sueño y ella el mío en un mundo real, esta noche quedará grabada en la memoria del corazón y cada mañana lograré despertar con una sonrisa, gracias a ti.