Volveré

En mi mente mi tierra natal,
en mis labios las notas del Himno Nacional,
en mis manos la bandera tricolor
de mi patria símbolo de amor.

En mi frente el beso materno,
en mi corazón el recuerdo eterno
de mis años aquí vividos
y de mis afectos queridos.​

No te preocupes, madre querida,
Dios me acompaña en mi partida.
El cielo anuncia un nuevo amanecer,
pronto volveré a la tierra que me vio nacer.

Me llevo su música, su encanto.
Mi ausencia es sólo mientras tanto.
En el cielo una estrella luminosa
y en sus ojos una lágrima silenciosa.​

Bellas costas por el mar acariciadas
cálidas arenas, blancas y doradas.
La nostalgia regional del cantor:
" Barlovento... tierra ardiente y del tambor."

Caracas, sus cerros, sus barrios populares,
las urbanizaciones, los Centros Comerciales,
Sucursal del cielo, entre mar y tierra extendida
y por el Monte Ávila protegida.​

Mérida, San Cristóbal su feria afamada,
el páramo, los frailejones, la Sierra Nevada
voy musitando la típica canción:
"Soy de los Andes, soy todo corazón. "

Por las brisas del Zulia acariciado,
y por sus gaitas acompañado
me pongo mi terruño a evocar
y el puente sobre el lago a recordar.​

El relámpago del Catatumbo
indica a los navegantes el rumbo.
La Chinita patrona del Zulia y sus habitantes
da fuerza y esperanza a los emigrantes.

De Los Llanos la poesía, las leyendas, las coplas, los refranes,
las garzas, las rayas, las lapas y los caimanes.
Muchos estados, una sola Alma Llanera,
Doña Bárbara y Cantaclaro recorren Venezuela entera.​

Fredmore, octubre 2019