Vuelta a casa

Volví para oír su canción cantada
La encontré muy sola, muy sola en la casa
La penumbra vaga, dibujaba sombras
Y las proyectaba alargadas, vanas.

Sobre el rayo tenue de la luz filtrada
La encontré muy triste pues ya no cantaba
Una noche en que dibujaba, con su voz
En el aire pentagramas
Cayeron sus notas y sobre su pecho
Se volvieron nada.

Y no quiso hablarme
Se sintió alejada, del mundo que antes
Le rindió tributo, le lleno de aplausos
Le colmó de besos
Le cargó en sus hombros
Y hoy la ignoraba.

Me pidió me fuera, pero ignoraba
Que aprecié su canto, pero más que nada
Aprecié su alma
Me pidió me fuera y no quise hacerlo
Pues aunque su voz hoy ya no cantaba
No podía ignorarla como hicieron otros
Que la idolatraban
No podía ignorarla, pues yo más que nada
Aprecié su alma
Y como su canto que escucharon todos
Yo también la amaba.

 

Sencillamente gratificante, tan lleno de ternura y sensibilidad...Es increíble lo que se ha de hacer por amor, las cosas tan maravillosas que se logran a través de este. Lindo poema, Dios te bendiga. Alas Atenea.

 

Gracias por tu mensaje, gratificantes palabras

 

Gracias por tu comentario