Vuelve a tu cama querido

Amiga querida, gracias
por tu comentario, un abrazo.

 

jajaja... y no hay más, jajaja. Grato pasar, Dulcinista. Me encantó. Saludos

 

Gracias SARAD por pasar por mi relato
un abrazo y un saludo.

 

Pues mire usted señor Dulcilindo, aquí está usted mas que ni pintado con sus ocurrencias, y yo que pensé que era de tener pesadillas, pero no, me ha sacado un par de sonrisas, si era tan feo en vida y no lo amaba pa´que se caso, bueno pues abrazos y risas.

 

Gracias marlen por tu paso
por mis letras, un abrazo.

 

jo! solo de ver la imagen ya no dormiré hoy, qué querido ni qué nada jajaja, besos

 

Mariancita, para dormir intenta contar ovejitas,
suele dar buen resultado, un beso de tu querido amigo Eladio.

 

¡Ya lo había leído y disfrutado! ¡Pero regreso! Y no estoy muerta, aclaro, creo... ¡eres un genio escribiendo! ¿sí? ¿te lo había dicho? y bueno, es porque es muy, muy cierto, que lo reitero y lo reitero. ¡Gracias por escribir Mago Eladio! Abrabesos

 

Rosanna, gracias por pasar por mi poema,
celebro compañera y amiga que te haya gustado, un saludo.

 

Con el miedo que me dan los cuentos de aparecidos y la gracia que me ha hecho este. Cómo no se iba la pobre señora a cargar a ese marido tan desconsiderado que, por lo que parece, no tenía ninguna intención de morirse, a ver, es que no tuvo más remedio, pobrecilla jajaja Un beso con una gran sonrisa, me ha gustado mucho.

 

ESTHER gracias por pasar compañera, un abrazo.
Eso le pasa por no querer morirse cuando lo quiso su mujer jajajajaj

 

Eladio, ja ja,ja,, que buen relato....... buenísimo.
Abrazos

 

Delicioso, irónico, satírico y muy fuerte. Me recuerda aquellas revistas que compraba mi papá en tonos sepia que eran como comics de leyendas de ultratumba de la época colonial, con esqueletos descarnados y personajes asustados. Pues sí, ¿qué se cree ese Leopold para andar molestando todavía?, jejeje... Encantada mi querido Eladio, dulce hermano de letras.

 

María Rentería compañera gracias por pasar por mi poema, saludos amiga.

 

Luis Adolfo, celebro compañero que te hayas reído
al menos un poco, gracias por pasar, saludos.