Y allí estabas tú.

Y allí estabas tú
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encendida en la lágrima que culmina un cuento
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que hace el amor entre las páginas
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que deletrea la numerología de cada paso que das en tu nombre
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y allí estabas tú
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la niña que confesaba un nombre
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y allí estabas tú
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la luz que derramó mi alma
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y allí eres tú
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el pincel que coloreo mi piel
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y así eres tú
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la voz que adivinó mi frase
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y allí eras tú
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la flor que me regaló un perfume
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y así serás tú
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el Ada que rescató mis ojos
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y siempre serás tú
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ese poema que escribió mis letras
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y juro que eres tú.​

 

Cuando la musa "es", el corazón del poeta lo sabe, y no hay mandato en contrario. Muy sentidos versos, Sergio. Un saludo.

 

Brillante y bello poema, muy bueno en su forma y desarrollo, te felicito por tu ingenio y talento amigo Sergio. Un abrazo. Paco.

 

Magnífico el talento de la publicación preciosa. Un trabajo soberbio.