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Y así fué

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por ToninadaS, 5 de Diciembre de 2007. Respuestas: 0 | Visitas: 432

  1. ToninadaS

    ToninadaS Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    16 de Septiembre de 2006
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    Cuento aquí intrincada historia
    con desenlace final casi digno
    de magnánimes obras, signo
    fiel de cuanto un dichoso joven
    vivió en aventuras y desamores.

    Siendo yo quien desta historia
    pinte a mano como autor
    lo que sufrí como ejecutor.

    No ha mucho tiempo vivía
    (como Cervantes supo decir)
    un personaje cuyo porvenir
    no fué el de un flaco hidalgo,
    sino el de un corredor galgo.

    Fué el muchacho que otrota fuí
    quien, por no luchar con molinos,
    quiso, sabio, seguir otro camino.

    Aún verde como uva en abril
    aprendió a caminar a su lado
    y ella, con él consternado,
    consiguió fundir ambas vidas
    olvidando heridas sufridas,

    se quería enamorar y lo hizo
    sin llegar a imaginarse siquiera
    que le querría lo que le quiso.

    Fueron uno y muy felices,
    subsanaron diferencias tales
    que emanaron ciertas señales
    de sacrificio por un lado
    y piedad por los costados,

    con amor real y sin mensura
    calculable; sin el estado ideal
    de saciar a ambos por igual.

    Guardó tantos puntos e íes
    y bregó con tal manejo
    que perplejo ante el espejo
    vió que, cada cual por su lado
    aguardarían mejores hados.

    Y así fué, pena, que amándole,
    de su lado le quiso despegar
    para que sola pudiera volar.

    Plumazo a plumazo quiso borrar
    lo que día a día en largos años
    les llevó a ser dos extraños
    durmiendo en la misma cama.
    Surgió ahí la otra de la nada,

    escuchándole cuando lo quiso,
    entendiendo cuanto pasaba,
    siendo lo que él esperaba.

    Le ofreció una profusa ayuda,
    le suplió en cuanto le faltaba,
    y llenó huecos que le pesaban.
    Marchó él lejos de la primera,
    cerca de la segunda compañera

    quién por destino lejos marchó.
    Quedó así la segunda lejos de él
    y de la primera bien lejos, él.

    Bierzo suave en cara era la una,
    levante del mar salado, la otra,
    la primera él quiso dejar detrás
    y la segunda detrás, por su sino,
    a él dejó sentado en el camino.

    Y así fué, lástima, que amando
    a las dos de verdad ha quedado
    y sin ninguna de ellas a su lado.

    ToninadaS 12/07
     
    #1

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