…Y cavamos la fosa con nuestros dientes.

Tengo aquí la pala para cavar la fosa común.



Tengo tus restos en una bolsa negra.
Estamos tan cansados,
Venimos regresando.
Sólo encontramos piedras en la montaña.
(hemos nacido negados)
Deshojamos las flores, masticamos la historia
Y quedamos secos, fríos, sin sangre.

Tengo aquí la pala para cavar la fosa común.

Ya he arrojado todos nuestros libros
Ya a nuestros hijos,
Les he prendido fuego.

Empedocles se aventó a un volcán
Anaxagoras se dejó morir de hambre,
Sócrates bebió Cicuta,
Los demás se ahogaron en su bañera
O se están desangrando en las calles.

Tengo aquí la pala para cavar la fosa común

¡Entremos ya!
…Los carroñeros llegarán pronto.

 

Grandes letras, crudas imágenes. A enterrar lo que está muerto. Se sienten tus letras. Aplausos y estrellas a tu pluma poeta

 

gracias Rosemary, gracias Monje Mont... aprecio sus comentarios. Con respecto al primero, sí, yo creo en el valor rítmico y reafirmador de la repetición, más aun, creo que la frase no cobra real sentido sino hasta el final del texto, cada repitición enriquece su significado y redondea el pensamiento.

 

Un buen poema, Rigo. Quizás sea lo que tenga más sentido.
Saludos mediterráneos.