Y es que me haces sonreír, imbécil. (A Joan)

Camino un blanco cegador,
envolvente y absoluto,
frío,
sol primaveral de mediodía.

Si Dios es,
ha sido sólo para este momento.
Es aquí, ahora,
cuando el instante es sagrado.

Mas allá será nube,
niebla,
polvo,
nada.

Recuerdo de tu mirar sereno,
todo ciervo,
líquido,
tierra y sonrisa franca.

Te llevo conmigo entonces,
pequeño,
brillante,
momento de vida en punto.

Delicia y veneno por el que morir,
por el que podría,
por el que elegiría.

Por el que voy.
​

 

El título me hace pensar que es una ironía lo escrito..espero no equivocarme Agradable poeta, mis estrellas!
Saludos

Elizabeth.

 

Alex
Bellisimos y encantadores versos
llenos de amor
Un placer pasar
Estrellas y un abrazo
Ana

 

Algo bello fluye de este escrito ladeadito hacia la derecha... esencia poética que se despliega hacia todos lados.


Verás que añado algunos acentos y -de paso - agrando la letra. Es para que tu trabajo se aprecie mejor. Siempre podés reeditar según tu criterio. Gracias.


Un abrazo porteño.