Y me pides que te olvide

Y ME PIDES QUE TE OLVIDE

Me pides que te olvide, quizá pensando que esto sólo concierne a mi memoria, e ignoras que los elementos que conforman mi esencia ya estaban comprometidos en su totalidad contigo, y que son ellos quienes tienen los fundamentos necesarios para contradecir tu pedido, recordándome además, el porque no debo hacerlo…

Y me pides que te olvide, cuando ya un mundo en mí se había formado y sin saber tal vez cuán inestable dejas mi realidad, pues te invito a decirle eso a mi perspectiva, quien muy entusiasmado llevó aquella nuestra historia al séptimo arte, donde tú eras la protagonista de la más sublime historia de amor que mi ser entero haya interpretado, el cual hoy sugieres tener como actores secundarios a mi lucha, mis sueños y mis sentimientos.

Y sólo me pides que te olvide, y con esto me llevas a ser menos utópico, pues dile eso a mi imaginación, quien te concibe en un cuento de hadas, cual princesa de aquél reino ficticio que mi mente creó en sueños, siendo yo el más humilde cortesano, aquél que deseaba convertirse en el más valiente de los caballeros y quien hubiese luchado, sin pensarlo dos veces, contra fieros dragones por llegar a conquistar al menos una parte de tu tan complicado corazón.

Y aun así me pides que te olvide y con ello me induces a frenar mi entusiasmo, pues dile eso a mí espíritu obstinado, quien te figura como aquél fascinante tesoro, cual santo grial, que prometí buscar al volver, promesa la cual hoy concibes, muy a mi pesar, como un necio anhelo unilateral, pero mi esencia guarda la mínima esperanza de que al menos una parte tuya, espera por mí y eso es para mí suficiente…

Y me pides que te olvide y sin saberlo, me invitas a renunciar a mi estímulo creador, pues dile eso a mí inspiración, quién constituyó en mí un universo de sugestión, cada vez más conocido y sutilmente admirado, dónde tú eras para mi aquella musa, cual hija de Zeus, a quien el imponente rey del olimpo me envió para hacer nacer en mí aquélla pasión por las letras, logrando hacer de mis limitaciones poéticas, un arma sublime y a la vez poderosa que induce a suspirar a muchos, pero que de nada me sirven si no causa efecto alguno en tus sentimientos y no consigue de ninguna manera ponerlos a mí favor, pero ni tus rechazos consiguen frenar su esencia, pues mi inspiración no deja de crear los poemas más dulces del mundo, los que se limitan sólo a ti.

Y sólo me pides que te olvide y que ya dejara de luchar por ti, pues dile eso a mi convicción, quien juró tener en tu ser un paradigma, donde tú eras aquella doctrina que decidí elegir, cual religión, y que me perdone dios por ello, pues la elegí para encontrar la manera de estar unido en cuerpo y alma contigo y hoy con tu indiferencia me obligas a juzgar si en verdad fue la acertada; aunque mi cuerpo me dice que en verdad me equivoqué, mi alma lo reprende y me prohíbe pensar en ello y me aconseja no desfallecer, pues aún confía en salir victoriosa…

Y aun así me pides que te olvide, sin saber que con ello me incitas a caer en la mediocridad, pues dile eso a mi afán de superación, pues tu sonrisa los impulsa, ya que ve en ti a aquél anhelado objetivo que hiso que yo buscara la utópica perfección y superar aquellas barreras que la misma vida me puso para llegar a ti y poder así lograr la más mínima admiración de tu parte.

Y me pides que te olvide y para ello me sugieres formatear mi memoria, a ver si eres capaz de decirle ello a mis recuerdos, quienes a cada momento me revelan tus adorables ocurrencias, las cuales considero mi único y más valioso aliado de mi eterna lucha por ti, pues aunque a regañadientes de tu parte, les caí bien y de alguna manera formaron una alianza estratégica con mis graciosas ocurrencias para hacer eterno lo que vivimos…

Y sólo pides que te olvide y no conforme con ello, me exiges también que te deje de querer, pues atrévete a decirle eso a mis sentimientos, quienes día a día me exigen pensar sólo en ti y me amenazan con pedirle a mi corazón que dejara de latir si es que yo no hacía nada para evitar que te alejaras por siempre de mi vida, recordándole que eras tú la razón de sus latidos.

Y aun así me pides que te olvide y que te deje de componer algo, y yo te invito a decirle eso a mí misteriosa creatividad, quien fuerza a mis manos a escribir sólo para ti y éstos tan sólo de trazar tu nombre, se dejan manipular encantados y cuando esta misma creatividad se niega a componer algo, sólo es cuando presiente que no se relaciona de alguna manera contigo...

Y me pides que te olvide y que de una vez deje de soñar contigo, pues dile eso a mí subconsciente quien cada noche te proyecta en mi mente, cual ángel, en sublimes imágenes, recordándome cada noche tu sonrisa y aquella tu tierna manera de escuchar cautivada, las historias que te contaba, recordándome así, el por qué estoy tan enamorado de ti.

Y solo me pides que te olvide y que dejara de pensar en ti, pues dile eso a mí Conciencia quien necesita de tu sonrisa para no caer en el umbral de la irracionalidad y me advierte que de no escucharla, me encaminaría a la demencia, la cual iría encantado, pero sólo si tú me llevas de la mano…

Y aun así me pides que te olvide y que arranque de una vez la página del libro de mi vida donde tú estabas escrita, sin saber quizá que al hacerlo, lo dejaría sin páginas, sin título y sin el más mínimo sentido.

Y me pides que te olvide, y ya no sé si ignoras, que lo que me estas pidiendo en realidad… es que de una vez se termine mi existencia.


Basado en experiencias personales... Orellanapoet.

 

Hay sentimientos que hacen mucho daño y para los cuales solo el tiempo, el bendito e inexorable tiempo nos ayudará a continuar con nuestro destino.
Cariños,
María Alejandra

 

Maria alejandra, te aseguro que muestro mi experiencia y realidad en cada palabra del texto, y quizá la experiencia de muchas personas que se alejaron alguna vez de un ser amado y mientras luchaban por mantener de alguna manera la relación, desde lejos les llego la noticia, expresada en una decisión unilateral...que ya es hora de seguir caminos distintos...