Y me quedé esperando.

Bajo el sol de la mañana, bajo el manto de estrellas estelar,
con un calor abrasador, con un frío capaz de helar,
me quedé esperando a que aparecieses...
¿Por qué no fuiste?

Con esperanza en los ojos, con la promesa en los labios,
con un millar de motivos callados por los que rabio,
me quedé esperando a que vinieses...
¿Por qué no quisiste?

Escuché un canto de sirenas rebosante de acordes,
quise nadar hasta el final, mas no encontré borde.
Me dijiste que hablarías conmigo.
¿Acaso me mentiste?

Miré al ser más bello a los ojos,
y no supe decirle la razón por la que la escojo.
Esperé una respuesta durante mucho tiempo.
¿Por qué no soy capaz de sincerarme?

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