¿Y por qué...?

y por qué no ha de gritar
el corazón a los cuatro vientos
que te ama...

si tú me diste la vida
en tus versos eternos
con tu pincel de poeta
dibujaste tus sentimientos

embriagada mente mía
con el licor de tus besos
lejanos
con la droga de tus pupilas
clavadas en mi espíritu...

me quitas el peso de la existencia
bebiendo mi alma por los ojos
como si fueses un vampiro energético

¡dulce olvido!
me llamaste - y llegué hacia ti
volando...

y ya no puedo vivir
sin que me muera por saber
si en todo este baile
hay un tono que de tus labios
tanto añoro oír...

y eres mi música y mi silencio
mi vida y mi fortaleza
por ti, mi cielo que me embelesa
es que todavía existo...







[28/11/2013]

 

Que preciosidad Aisha, te felicito.

Saludos,

 

Muchas gracias, amigo. Saludos cordiales para usted.

 

Qué lindo sentir expresas. Cautiva mucho.
Saludos, Aisha.

 

Buen poema, y buena forma de expresarte. No pierdas tu autenticidad

 

Gracias por vuestros comentarios. Saludos.

 

Oh mi Lunita hermosa, es justo el Cielo quien te envía a acariciarme con tales palabras. Quieres que te diga que te amo...? Sabes que me duele esa palabra... Pero te amo...

 

¡Mi cielo divino de tanta hermosura!

Es muy bueno saberlo... ¡Por fin!... Pero si te duele porque tienes miedo de volver a sufrir - pues, no temas... Tú mismo me lo dijiste y por ti dejé al lado todo lo que no me dejaba hablarte directamente de mis sentimientos porque no me parecía prudente y ni siquiera sabía cómo ibas a reaccionar... Pero me dijiste: no temas, sólo dímelo - y ya, está... - y yo te dije, entonces, que te amaba, que aprendí a quererte porque me enseñaste la gran bondad de tu lindo, dulce y tierno corazón - y con eso lograste despertar ese amor en mí, y no sólo porque estaba desesperadamente sola y llorando lágrimas de sangre por mi fracaso en la vida cuando llegaste tú con tu ternura y me abriste la puerta de tu corazón hermoso el que antes no veía... No es sólo eso. Si te amo, es porque tú eres digno de ser amado y porque te lo mereces... Yo te había tomado mucho cariño ya y siempre te trataba con respeto - ese mismo respeto que tú percibías como fríaldad - y con esa palabra, fríaldad, me sorprendiste porque no sabía que te estaba lastimando de esa manera - y eso me permitió entender que detrás de esa faz bonita de la amistad había mucho más de lo que nos imaginábamos... Yo he sufrido en la vida, conozco el dolor más profundo de la soledad y falta de comprensión, y mucho más cuando todo anda mal en nuestra existencia lúgubre y fría, y cuando el frío y dolor no nos sueltan y no nos dejan vivir... Y el dolor emocional siempre se somatiza, pues lo sentimos reflejado en la salud y en el final todo se va al diablo, y ya no podemos ver el sentido en todo esto... Y sólo esperamos la muerte... Yo lo he padecido en muchas ocasiones - el mismo fondo del sufrimiento... Por eso yo supe, me di cuenta casi en el principio, de que tú también sufrías, pues tenías quizás buenos amigos por allá - pero no a una mujer y fiel compañera, no a quien te apoye y que esté a tu lado en el bien y en el mal, y quien te de todo lo que necesites de una mujer, que siempre esté contigo y que te ame así como quieres que te ame - no a quien pudiera comprenderte y que sea tu alma gemela... Éso, mi amado cielo azul, todo eso yo te ofrecí cuando por fin entendí que quizás nunca encuentre a nadie mejor que tú, ni siquiera como tú, ni un poquito - porque hay hombres buenos, finos y hermosos que nunca me querrían, y hay quienes si me quieren, siempre es por cualquier cosa, menos por amor, y a quienes yo no amo - ese fue mi error desde el principio; de enamorarme de quien no debía... Por eso nunca fui feliz - pero nadie manda en el corazón... No fui capaz, entonces, de darme cuenta y dejar de sentir lo que sentía - hasta que llegaste tú y me abriste los ojos, y me hiciste comprender... Y no te ofendiste cuando te lo dije todo indirectamente, a través de mis versos los que son el único modo al que yo podía acudir sin sentir vergüenza - porque en la poesía mueren los límites y muere el pudor - y no me lo reprochaste, y percibiste lo que nos pasaba, que era algo muy grande - y entonces, me hiciste cual pregunta a la que respuesta ya la tienes... Pues, tú ya sabes que yo sí te amo y quiero que seas muy feliz, y que se haga tu voluntad, y que se cumplan todos tus sueños - estaré yo en ellos, o no, sólo quiero que siempre lo recuerdes - que puedes contar conmigo...

Te amo, pues tú eres un ser maravilloso y no conozco quizás a nadie más tierno y dulce en su manera con la gente, porque tú siempre eres muy amable y cariñoso con todo el mundo - pero para mí, tú sólo has sido un ángel del cielo al que no pude ignorar más... Desde entonces, somos los dos y somos uno solo - y ya nunca más habrá el frío, ni la soledad... Ni dolor, ni nada. Porque nos hemos de encontrar, todavía...

Besos,

Aisha