Y recuerdo que aún quedan luciérnagas en al patio

Y RECUERDO QUE AÚN QUEDAN LUCIÉRNAGAS EN EL PATIO


(Entre Códigos…)


Los ojos están endilgados a la penumbra
y suelo atrapar sueños cuando la lumbre
se cuela por una cortina mal cerrada
y recuerdo que aún quedan luciérnagas en el patio.
Pienso en los pasos lejanos dibujados a la sombra del abrigo
cuando descuidado me piensa en alguna esquina escondido
en la estrechez de unos brazos que hoy se hacen esquivos
El mar se hace íntimo y suspira en olas reventadas
a los vientos sin sosiego que tienden y recogen la marea.
No importa si la espuma moja el borde del vestido.
Será que es un beso de lágrima atestado de cariño
que desvió la ruta en afluentes marchitos
Que perdió el rumbo en las horas con sombrero
Tanto fue el desastre que no llegó a desembocadura…





Margarita
09/09/2014




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Elisalle, nostálgico y precioso escrito cargado de sentimiento.
Un fuerte abrazo.

 

Margarita, estimada amiga poetisa, aunque debo admitir que es hermoso tu poema no me gusta leerte melancólica, eres tan hermosa cuando tus versos nos sonríen, pero igual te felicito y te dejo mis saludos de siempre.

 

Son de las cosas que requieren de sensibilidad para disfrutar y sentir esa nostalgia bella que alimenta el alma y la aviva, las luciérnagas, seres diminutos que con luz propia nos dan esa certeza de que todo estuvo creado y nosotros solo vamos descubriendo y transformando, bella tu poesía amiga, un abrazo grandote desde México...

 

Hermosura, versos perfectos y preciosos, divino.

 

Tanto fue el desastre que no llegó a desembocadura&#8230;

Me imagino, que cuando un nuevo afluente se quiere abrir camino donde no hay caudal, hiere la tierra y la obliga a sangrar...A veces, como bien dices, no llegan a desembocar, más bien se quedan estancados, y se forman tierras blandas en las que se unden los viajeros confiados...Y allí muere el viajero, pero también muere el agua que antes era fresca y, ahora está podrida...
Saludos, Eli.