...Y sin embargo algunos

En esta hundida ciudad los pájaros son de granito
De smog, de lodo, de mierda y salen volando como pedorreada
En pulcata, ¡jijos de la más chingada!

Los perros huesudos que trotan cadenciosos por las aceras
Son de chilapastrozos retazos de trapos, jergas y polvo
Zurcidos por mocos, grasa de garnacha y por dos tres pulguitas.

Esta hundida ciudad tiene fauna de desperdicio,
Que nace, se levanta al amanecer entre la mierda,
Que florece, que se enraíza, que toma la tierra por asalto,
Que se hincha, se esponja rejega cuando el viento amaina.
Que se reinventa cada día para sobrevivir a la batalla con el asfalto.

Esta ciudad está atestada de los animales más resistentes
Correosos y macizos que hay, son como carne de burro.
Secos, salados, tenaces, ¡carne de burro con tesón!

Hasta el colibrí agitado está fibroso y mugroso,
Los pájaros han olvidado como cantar,
Pero saben salir al encuentro de la tempestad en las calles,
Las ratas que han sufrido por siglos están en su paraíso
¿dónde más has visto roedores tan gordos y bellos?

Los mosquitos, moscotas y moscardones son tan fuertes
Como las cucarachas que cargan en sus lomos a la ciudad entera.

La fauna de mi ciudad quebrada es, de una extraña forma,
muy feliz, alegre, viviendo en un carnaval de mugre,
en una feria de imecas, cochambre, caca, meados y pedos.

Todos mis animales de desperdicio –mis gatos de lata,
Mis palomas de estopa, mis mosquitos de cerilla-
Son profundamente alegres como sus costras y sus ampulas,
Pues se saben dignos monarcas de este reino de bordos,
De segundos pisos, de topes y baches, de basureros y de coladeras.

Y los humanos, ah, los humanos,
Esos siguen siendo humanos, demasiado preocupados en sufrirse
Como para bailar con las gordas ratas o con los perros chamagosos
en este carnaval de chicharrón prensado con tiritas de aguacate
Y guacamole en tortilla de caja de cartón. Ah, el hombre, ah, la mujer
esos errores numéricos, no se dan cuenta de la embriagante alegría
Nocturna, nosotras las ratas, nosotros los gatos, nosotras las palomas
Nosotros los perros, aprovechamos su ceguera y bailamos y bebemos
Y nadamos en sus coladeras, y saltamos en sus techos, y fornicamos
en sus lavaderos y como broma de animales cochinos nos cagamos
en sus cereales…

A desayunar grita la abuelita, agitando la caja de Maíz inflado.

 

devanadora reunión de versos que hacen crueles los ojos que ven aunque aun es más triste no poder retirar la mirada ante enigmáticos versos.

un saludo poeta.

 

gracias Morlesis por comentar...este coment se me había pasado desde hace mucho pero igual es valioso...
salud y saludos.

 

...y son feas las ciudades.

 

gracioso y un poco escalofriante, me recuerda cuando era niño. Todo mocoso y sucio, lleno de bacterias...


A ver si me dice cómo está este comentario, lo demando como el niño sucio.