Y todo por miedo

Acorralados por las incongruencias,
agazapados en la falsedad,
alimentados por la necedad
que se sustenta en las incoherencias,

muy resabiados por las evidencias
que desarbolan su brutalidad,
y asiendo la ficción por la verdad;
esconden su terror con sus creencias.

Y todo por el pánico al pinchazo,
recelo a la inyección del simple suero
que reciben los peques con sonrisas.

Tan solo un pinchacito sobre el brazo
y contribuyes con el mundo entero;
más peligro tendrá el marrón que pisas.

 

Os ha sublevado un poco, ¡oh, pequeñuelos míos!, la imposición de la mascarilla en exteriores que hemos decretado en nuestro último cónclave pandemónico. En lugar de hacer tanto aspaviento, deberíais estar contentos. Hemos santificado vuestros pecados y a cambio vosotros nos habéis entregado vuestras prerrogativas humanas. La mascarilla os la hemos impuesto para que recordéis que somos vuestros amos, igual que en otras fases anteriores de la plaga os hemos obligado malignamente a recluiros en casa, a dejar morir sin compañía a vuestros padres en los morideros llamados residencias o a hacer el ridi, saliendo a aplaudir a los balcones. Quienes aman la servidumbre deben ser sometidos periódicamente a humillaciones grotescas que les recuerden su condición servil.

La imposición de la mascarilla en exteriores, bien lo sabemos, es una medida por completo absurda y chusca. Pero sirve para recordaros vuestra condición de bestias sumisas que, a cambio de que santifiquemos sus aberraciones, obedecen los mandatos más caprichosos. ¡Es tan hermoso veros convertidos en tarados tragacionistas que actúan irracionalmente! ¡Es tan emocionante que os dejéis inocular cada seis meses los mejunjes que poco a poco van reduciendo a fosfatina vuestro sistema inmunitario! ¡Es tan enternecedor que abarrotéis bares y restaurantes exhibiendo como botarates esa licencia para contagiar que os hemos hecho creer que es un pasaporte que os ampara! ¡Y es tan delicioso veros pasear como ánimas en pena con el bozal, respirando los efluvios de vuestra saliva rancia y comiéndoos vuestros propios microbios regurgitados!

Pero no os alarméis, que esta situación durará poco. En realidad, os hemos impuesto la mascarilla en exteriores para desviar vuestra atención borreguil, de tal modo que cualquier otra imposición alevosa os parecerá, en comparación, un alivio. ¿No habéis observado que todas las cacatúas y loritos sistémicos a los que hemos repartido en los medios de cretinización de masas han protestado contra la imposición? En unos pocos días, a medida que esta chusma sistémica insista en su berrinche, retiraremos o relajaremos la medida, para que parezca que nos hemos rendido. Pero lo cierto es que hemos empleado la imposición de la mascarilla a modo de macguffin hitchcockiano o trampantojo para distraer a los ingenuos. De este modo, rehabilitamos ante sus ojos a la chusma sistémica de loritos y cacatúas a nuestro servicio. Y, a la vez, mientras os desgañitáis contra la mascarilla, normalizaremos el pinchazo semestral (o cuatrimestral, o mensual, o lo que nos salga del rabo y las pezuñas), hasta convertir vuestros cuerpos en acericos; y no os renovaremos el pasaporte o licencia para contagiar si no tragáis con cada nuevo pinchazo. ¿Acaso pensabais que íbamos a santificar vuestros pecados sin matar a cambio vuestras almas y vuestros cuerpos? Se nota que no conocéis bien al Gran Inquisidor que tanto os quiere. Disfrutad de vuestra navidad-sin-Dios-y-con-bozal, pequeñuelos míos.

JMdP

Abrazo, Paco. Disfruta de la Natividad del Niño Dios.

 

Jajajajajaaa... Cuanta tontería puede soltar un tío inteligente como tú por la boca. Es de locos el trabajo que te has pegado en soltar este discurso de bazofia al estilo seminarista. No tenéis razón y lo sabéis, cuando os toque el virus, a ti o a los tuyos, cosa que no te deseo, te tragarás toda la propaganda vana que predicas, simplemente por enarbolar la bandera de los más listos, aunque tú estarás vacunado, por si acaso, claro. Aquí no tienes que demostrar que eres el más listo de la clase, así que deja de fanfarronear con tantas tonterías. Ponte la mascarilla, la vacuna, y deja de jugar al ser el más listo. Qué estas haciendo el ridículo más espantoso, defendiendo la sinrazón más medieval y estrafalaria de la historia reciente del planeta. El tiempo os pondrá en vuestro sitio, si no estáis ya...

 

Poco más se puede decir después de este comentario suyo. Salvo que no se pega ningún trabajo, es el copia y pega que guardan los trolls en las carpetas del ordenador.

Y como bien ha remarcado, este tiene el lema de: "Haz lo que yo te diga, pero no lo que yo haga". Él, vacunaíto, y luego a hacer apología antivacuna.

Salud2 cordiales.




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coincido, gurú, soto con sus apreciaciones. en realidad, da gusto ver que el foro -que al final del día, son quiénes lo integran- le ha plantado cara a este personaje, que bien vacunao él, tenía muchas ganas de convertir esta sección en un cortijo antivacunas.

es bueno que el foro reaccione ante este tipo de actitudes absurdas y nocivas, no solo para el foro mismo sino para la comunidad en general.

salud allí.

 

Así es. Y no quiero profundizar más en la mente de estos personajes (no quiero escribir aquí esa profundidad). Aunque sí, lo voy a hacer:

El adjetivo lo ponéis vosotros después de estas preguntas:


¿Qué clase de persona es aquel que conscientemente incentiva a no vacunarse?

¿Y si muere uno solo de los ignorantes que ha convencido?

¿Y si tal personaje tiene estudios, para qué le han servido?

¿Es realmente la vacuna lo que le incita a incitar a la rebelión?

Estas son algunas preguntas, las principales.

Ahora poned, o pensad el adjetivo.

Salud2, compañeros.






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¿Es bueno que el foro reaccione? ¿El foro le ha plantado cara a este personaje?
Mae, tu alucinas. En primer lugar, ese al que llamas personaje, os ha dejado a los cuatro que según tú sois los que integrais el foro (evano, sotosoto, Luis y tú) a la altura del betún, vamos, que os ha dado un repaso en toda regla.
Te has puesto ya la tercera dosis? Pues no seré yo el que me oponga a que te pongas una vacuna cada día...

 

Buenas noches Jorge, soy SOTOSOTO, pero me llamo Paco. En lo que a mi concierne de tu comentario, nadie me ha dado un repaso, ni intelectual, ni ideológico. Tengo mis ideas bien claras y comprendo con claridad el mundo en el que habito, no soy Einstein pero hablo con propiedad de lo que sé y he aprendido en mis 56 años. Soy Físico y profesor durante 30 años. Y en este debate argumentaré siempre lo que es sabido científicamente y consensuado como cierto a nivel mundial. Mucha responsabilidad si no te vacunas, y que tengas mucha suerte en la vida.
Un saludo
Paco

 

Ramón, de verdad te aprecio (aunque ya no lo creas) y me duele ver donde estás cayendo. En realidad solo os hacen caso cuatro gatos; piensa que la inmensa mayoría de usuarios y lectores de MP con toda seguridad ya se han vacunado y no quieren intervenir pero pasan de vuestras teorías negacionistas o conspiracionistas.
Por otro lado yo respeto que tú no te vacunes, pero promocionar vuestro discurso pone en riesgo a personas (que afortunadamente serán muy pocos si los hubiese), pero que podrían ingresar en una UCI o incluso morir por haceros caso. Me parece temerario y muy poco ético lo que estáis haciendo, te lo digo sinceramente.

Un abrazo.

 

Hola Paco: Magnífico poema, no creo que tengan miedo al pinchacito, pero si al nimiedad a la que todos estamos abocados, a la que
algunos llegamos con la edad viendo a la estupidez en nuestras coronas, cual halo, señalando esto es un humano; o lo tomas o lo dejas.
esto es lo que hay. Un abrazo. Amadeo

 

Muy real, Paco! Vale una vida el pinchazo.
Abrazo.

 

Hay que aceptar que algunos aceptan y otros no, el miedo es el principal sospechoso, algunos se vacunan otros no. La mascarilla o el barbijo, no sé alguien dijo que absorvemos nuestros propio microbios, y eso es cierto, En Capilla del Monte, yo vivo entre los cerros buscando una mejor calidad de vida, nadie usa barbijo, lo hacen porque cobran una multa si no lo hacen. Alguien dijo un pinchazo vale una vida. Aceptar los matices de otros.
De mi no dire nadie a nadie le importa si me vacuno o no. Es personal el asunto.
Querido Paco no levantes mas polvareda, ya esta, esto va a pasar o nó y seguiremos en la lucha, pero juntos, si pelear, el estres atrae al corona.
Un abrazo,.

 

Sobre el tema se ha regado mucha tinta, tinta salpicada de falsedad, me encantó tu soneto,poeta , un abrazo.