Y ya recuerdo

[TABLE="width: 750"]
[TR]
[TD]Y ya recuerdo
que soy sacrificable
igual que siempre.

La vida es un instante
y la distancia mata.
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Mejores letras,no pude leer ahora.

Recuerdo que soy sacrificable.

Hermoso, leerte.

 

Todos los somos y a todos, nos mata...
Un abrazo con estrellas

 

que hermoso mensaje conlleva este magistral y certero tanka, un placer volver a leerte Cesar, te saludo y te deseo un feliz Martes.

 

Profundidad en tus letras querido amigo César,
la distancia mata según como se mire y depende
como se sienta dentro de cada uno, a veces la
distancia te aferra más a los sentimientos.
Ha sido un placer poder leerte.
Un beso y un abrazo de tu amiga Tere.

 

Gracias Sheyla. Valoro en mucho tu visita.

Saludos.

 

Muy bueno querido amigo...un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Excelente interpretación, Rosario.

Un abrazote.

 

hermoso poema.

 

Gracias Dulce_luna. Celebro te haya gustado.

Feliz Martes.

Saludos.

 

Me encantan este tipo de argucias mentales donde suele esconderse el paradigma de la vida, de la verdad que nos esconde tras la realidad de lo cotidiano.
Tras esas metáforas... la vida es un distante, cierto, en lo infinito del tiempo... nada menos que la vida deja de significar, de tener una atribución temporal que importe lo más mínimo. Su cuenta de tiempo es tan escasa que apenas sí circulan las agujas del reloj eterno. El hecho de moverlas un ápice, supone la muerte por asfixia de aquél que es concedido para disfrutar o endemoniar con él.
Y percibo una llamada, un nexo o ligazón hacia la resurrección, tal vez, vidas pasadas. El revivir como alma momentos donde ya se sacrificó una vez, y otra vez... y estamos condenados a recordarlo cuando llega ese momento. Imagino de tal impacto como para soslayar todos los pasos de ese minutero eterno y devolvernos al instante pasado donde ya se produjo igual trance. Morimos, nacemos, morimos, nacemos... tal vez nos repetimos en el mapa de la vida. Ahora aquí, ahora allá. ¿Sacrificable? La pérdida del todo que nos entrega un hatillo al hombro no debiera ser a cambio de nada. Ese sacrificio viene a cuento de algo más. De mudar hueco para albergar otro cuerpo y transparentarnos otra vez hacia nuevo espacio-tiempo.
Tantas explicaciones para entender tus pocos versos. Un abrazo, César. Gracias por hacer pensar un poco más que de costumbre.

 

A veces...

Un abrazo, Tere.

 

Gracias Darkness. El gusto es todo mío.

Un abrazo.

 

yo odia a la distancia, siempre se vuelve neta. saludos

 

Gracias Laureano por leerlo y comentarlo.