Y yo.

Y yo,

puedo robarme el amor de tu amor.

Convertir la voz de la ternura en lenguaje silencioso

de estas manos golpeadas

que yacen escritas en tu alma.


Y yo,

sé que puedo adueñarme del latido

más pequeño de tus parpados

y congelar la mirada de la espera

florecida de botones de almendros

en tu respiración.


Y yo,

definitivamente puedo completar el alma

que besa por siempre mis labios.

Los besos marcados de mis días

repitiéndose infinitos

en tus noches de mí.

 

Me encanta tu risa fresca,
me trae la imagen de un rostro nuevo,
de una impresión de sueño,
de encontrar en cuerpo...
lo que se había anunciado en esencia.

Acepto que eres adorable,
y que te adoro,
pero te sé lejana y ajena...
tus labios tienen besos dueños de sus temblores,
tus suspiros tienen pecho donde anidarse y crecer,
tus deseos tienen piel donde frotarse...
... y yo,
tan solo un recuerdo distante
que no se afianzó en la realidad.

¿...para qué entonces, ilusionarme de un dolor?

Este fue un poema escrito hace algún tiempo atrás, que refleja esa sensación de encontrarse uno fuera de sitio... de no calzar en ningún lado a pesar de sentirse tan a gusto rodeado de lo que apreciamos. Esa doble sensación de apego y rechazo deja huellas muy hondas, por ello lo comparto.
No te sientas tan sola, tu sentir no es único.
Un abrazo.

 

gracias mi señor dragón por estas palabras tan maravillosas que me regala..............son hermosisimas.........un beso Clari........la soledad

 

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Y tú,

de verdad puedes todo eso. Todo. Todo.

Y hasta puedes más. Tú con tus manos golpeadas.

Definitivamente,

logras milagros cotidianos.

 

yo papacito?.............milagros?............yo?..........solo soy una nada..............

 

Ya te hablaré yo de milagros que has logrado. De ninguna manera eres una nada. Eres un ser precioso y maravilloso que logra milagros... cotiodianos.