ya es hora de partir

Ya es la hora
de decir adiós,
de partir
ya hicieron la orca
para que muera
por deseos
de la iglesia
tendré que morir
por esta injusticia

todo saldrá a flote,
en el centro del pueblo,
entre los mercados,
en la gran iglesia,
el clero hablo
dando un veredicto
con la sentencia
de pena de muerte

llevo semanas
en la celda
donde me torturan,
también veo
como otros hablan
viles mentiras
y suplican piedad.
Yo creo
que buscan salir
con algo de vida
pero sus almas
ya están vendidas
y no pueden huir

El consuelo
que me queda
es que después
de decir adiós
a la fría vida
es que mi alma
con los vientos,
la fuerza de los mares,
quizá en la luna,
o en el cielo

en cualquier lugar
donde estés
podre sentir
tus labios,
el latir
de tu corazón,
con los mares
poderte abrazar
darte mi amor
en todos lados
​

este poema lo hice en recuerdo de los muertos en la inquisición
con la melancolía de un amor prohibido en esos fríos tiempos
me gustaría un opinión gracias

 

La inquisición se llevó a muchos, lamentable desgracia. Afortunadamente ya no tiene poder sobre ningún país, a menos que yo sepa.

Muy buen poema, muy triste pero con un rayo de esperanza al final.

Un placer leerte.

Saludos y buena vibra