Ya no hiere tu boca

Y ahora sonrie mi alma presta a un designio,
pero hubo caricias de mariposas nefastas,
poco a poco se consumió la miel de mis entrañas,
¿q1ué importa si hoy loca de amor me reclamas?
El rumor brutal selvático, tiende una flecha hacia
el blanco perdido en la niebla tan blanca.
Con mucha, con misteriosa calma mis besos agotan.
Tu cuerpo ceñido a la pasión malsana ataca mis ansias.
Deja que duerma, espigas de brazos aferrados a mi
cintura de dolor quebrada impiden la nada...
Siempre me pasa, en las horas más raras, que al caer
la noche abunden caricias de pasión sin calma.

 

¡Que poema!, el amor que se redime o se duda ante la pasión. Un lujo leer sus poemas.

 

Que manera tan interesante de reflejar la pasión, y cuanta fuerza tienen las imágenes que tan bien plasmaron tus letras. Me gustó mucho, Julius.

 

Belleza preciosa de arte divino en una maravillosa composición.

 

Eres muy gentil amiga Jael, tu criterio es perfecto respecto a la interpretación que has hecho. Gracias y saludo afectuoso.

 

Muchas gracias Cecy. Me alegra que te haya gustado y me deja pensando tu interpretación de este poema. Saludo afectuoso, amiga.

 

Querido Jorge, siempre es grato contar con tu presencia y tus palabras de aliento. Un abrazo de corazón.

 

¡Hermosos versos! Tibio cáliz de luz, sensualidad,nostalgia y pasión los que gota a gota dejan caer sus magníficas letras. Un placer pasar por la belleza de su poesía, reciba mi más cordial saludo.

 

Caluroso saludo poeta y gracias por tu evaluación inesperada.