Ya no le hago poemas.

Ella me hablaba de amor
con la maestría de un experto en matemáticas,
yo escuchaba
y tomaba notas
sobre como amar sin esperanza;
ella, siempre tan exacta, llegaba a las doce menos diez
y se marchaba con cuatro gramos de mi alma,
siempre tan precisa,
siempre tan canalla.

Compartimos una cama,
siempre
doce centímetros más a favor de ella,
y su mesurada humedad
y mi indebida presteza.

Le puse canciones en un reproductor,
cinco minutos una vez cada semana,
le puse un nombre
y un reloj en su muñeca,
ella no puso nada...
Así que por instinto de conservación
ya no le hago poemas...

 

Hermosas letras.
Un placer leerte

 

Haces bien, compañero, no se los merece en absoluto, jeje. Excelente versar.
Saludos, poeta.

 

una conjugación exacta cuando a veces es mejor resignarse y seguir por donde vino, un poema interesante, grato leerle y bienvenido

 

Muy bello, ingenio y originalidad en tus versos no exentos de sentimientos. Me gustó. Un abrazo. Paco.

 

Muchas gracias por leer y comentar.

Saludos.

 

Gracias.

Saludos.

 

El amor entre dos es compartido, no avaro, ni a medias.
Excelente tu poema, me ha encantado.
Abrazo grande

 

Gracias, comparto tus ideas.

Saludos.

 

No es humana...es fría...mecánica...perfecta como la maquinaria de un reloj suizo...eso no es natural...

 

pues a una musa no se le deja de hacer poema, aprovecha que te inspire...saludos