Ya sabes. Soneto.

Ya sabes que me afecta la impaciencia,

el miedo tormentoso, arrebatado,

la luna con su influjo desatado,

la anónima intención de la existencia…


Bien sabes que me aturde la conciencia

mordiéndome la voz de su dictado;

ya sabes que por darme a mi cuidado

me aturde la amplitud de mi estridencia.


Conoces el dolor de mi apellido:

el hueco que la muerte desafecta

ha escrito tras mi nombre en un quejido.


Ya sabes que me come masa infecta

-mofándose del sueño perseguido-

por ser mi afán su dieta predilecta.

 

La impaciencia va minando
y afectando la conciencia,
en el camino escuchando
que se queja la existencia.
Recibe un gran saludo cordial desde Venezuela

 

Muchas gracias, benignorod. Saludos cordiales.
Esteban.