Yo, dragón dormido

Siempre fui dragón dormido,
no me temen,no me han querido,
pasan a mi lado sin hacer ruido.

Apartado en mi guarida,
un castillo derruido,
veo pasar muchas vidas
y me siento vencido.

Vencido y viejo,cansado,
triste y desolado;
la fuerza de antaño se fue.
Incapaz de cambiar nada
no pude ponerme en pie.
¿Para qué luchar,vivir,sufrir?
Mejor dormir.

Cambió el cuento,y dos princesas
me quisieron raptar,
sacarme de las tinieblas
que yo suelo habitar.

Y al ver que alguien
sus alas quería cortar,
sentí la ira y la fuerza,
mi fuego volvió a brillar,
lágrimas negras de ojos de hielo
derriten el suelo al brotar.

Podreis matarme,mi vida robar,
eso ya no me va a preocupar,
mas quien quiera a mis chicas dañar
temerá mi despertar.

Como mi amigo el viejo dragón
al que me vengo a comparar
solo hay una misión
que me hace respirar.
Ahora la he descubierto:
a mis tesoros cuidar.​

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He puesto esta poesía aquí por la naturaleza de los símbolos que utilizo, aunque por lo demás pueda parecer fuera de lugar. Espero vuestras críticas.
Quiero decir a una persona muy especial que esta poesía es antigua y escrita en otras circunstancias, pero que hoy todo lo que lea en esta poesía se refiere y va dedicado a ella.