Yo la cuido en su lamento.

Llueven, llueven gotas, a deshoras...coloridas.

Suben, bajan todas, por las ropas...encendidas.

Un charco desierto
da reflejo a su vestido,
viste de descuido
y yo la cuido en su lamento.

...yo la cuido en su lamento...

Si no hay puerta
yo la invento.
¿No se sienta?
No me siento.
Se despierta...
alerta...
pulso lento...
sopla el viento...
¡Rienda suelta
a su lamento!

Forman, forman gotas...
son las tropas de la ira.

Forjan, forjan hojas...
una espada ya delira.

Una espada que me instiga...
grita que ya no la siga...
insta que haga desmedida
la ambición que me invalida...

...la que aparta de mi lado
a todo aquel que en mi guarida
llega a ver que soy honrado
y no una errata confundida.

Me atormenta...
lenta...
no me oriento...
perro atento...

...yo la cuido en su lamento... ​

 

Como angel guardian,
atento y precavido.
Interesante versar
Saludos Daniel

Angel

 

Un poema interesante precioso y bellísimo, valiosas letras.

 

Eso es el verdadero amor mi querido amigo Daniel, cuidar de la persona amada, desvivirse por ella, inventar lo que sea necesario para hacerla feliz.
Mucha originalidad en tu poema mi querido amigo.
Estrellas y un fuerte y cálido abrazo.
Te dejo reputación.

 

Me ha gustado tu forma de versar espero leerte muy pronto nuevamente ha sido un placer leerte.

 

Precioso canto, precioso lamento.
Un gusto leerte.

Un abrazo!

 

Muchas gracias Angel; me complace que sea de tu agrado.
Un saludo, Daniel.

 

Gracias Jorge por haberlo leído y comentado, un saludo.

 

Veo que sabes del tema amigo mío. Me satisface enormemente tu comentario y te estoy sumamente agradecido por la reputación que me has dejado. Espero leer pronto un nuevo micro relato de los tuyos que tanto me gustan.

Un abrazo muy grande, Daniel.

 

Muchas gracias Kao no nai tsuki, espero yo también que te agraden mis próximos escritos.

Gracias por leerme.

Un saludo, Daniel.

 

Me alegra que te haya gustado Violeta, gracias por el cumplido.
¡Otro para ti!

 

Música y poesía revisten una historia
¿Será acaso que no se puede ser de otra manera
cuando el amor amarra nuestros cuerpos con sus hilos?
Me gusta este lamento acompasado, esta vigilancia atenta
aún en el sueño.
Estrellitas armoniosas.

 

No, no puede ser de otra manera puesto que el amor es uno de los mayores combustibles para escribir, para hablar con el alma...
y es que no escribes tú ni al principio ni al fin...
es el alma que escribe por ti.

Me satisface que haya sido de tu agrado, un saludo desde la amistad.