Yo Soy Luz

Yo soy luz

Camina, camina y sigue…
El bosque es largo y confuso,
Así como confusas son las razones y larga la espera…
¡Estoy solo entre montañas y lleno de desesperanza!,
La causa que implica, la derrota que me aflige,
Soledad que me persigues, el agobió que me asfixia,
Escucho voces al ocaso que me llenan de tormento,
¿Eres tu el que me dejaste y en tu olvido me envuelves?…

Camina, camina y sigue…
Mi razón no encuentro, desorientado viajo, mi guía es el viento,
Flores tristes sin aroma, árboles sin hojas y troncos secos,
Neblina fría y sombrosa, jamás había sentido tanto miedo…
Abatido me encuentro, cansado de la vida…
Puertas cerradas, salidas bloqueadas,
Una desdicha; la pena al fracaso...
¿Estas solo entre montañas y no piensas en mi?
Escucho voces al ocaso que me llenan de tormento,

Cada dia que pasa, un respiro de vida que se pierde,
Estoy solo entre montañas y lleno de desesperanza!,
Sin valor y sin fe, no soy nada…
Arrastrando llevo conmigo los recuerdos,
Desesperación que arrojas al infinito agujero del fracaso,
Hielo que te derrites en mis manos como el tiempo…
Espejo que reflejas la vejez del pasar del tiempo en mi rostro,
Que más da; si amanece o anochece, mis ojos ya no quieren verlo,
Mi corazón no quiere sentirlo y mi tacto no quiere admirarlo,
Estoy solo entre montañas y lleno de desesperanza!,
Sin valor y sin fe, no soy nada…

Camina, camina y sigue
Escucho voces al ocaso que me llenan de tormento,
¿Acaso es mi voz la que te atormenta?
Pues he de decirte que la voz que escuchas es la mía,
Como un padre he escuchado de su hijo sus quejas,
¡Nunca has estado solo!, yo he viajado contigo hasta este encuentro,
Era necesario, pues es la única forma de que te halles a ti mismo,
Concientizes tus acciones, y marques tus limites,
Valores lo que eres y vivas en paz con lo que tienes,
Que el egoísmo se convierta en armonía y el rencor en un vaso de agua,
Ahora despierta que la travesía ha terminado, estas en lo neutral de las cosas,
Tu equilibrio has logrado, no lamentes más…
No estas solo, yo siempre estoy contigo entre montañas y ciudades,
Entre campos y ríos, entre flores y desiertos; Yo soy luz y a mi lado nunca encontraras obscuridad, ni soledad, sufrimiento ni sed…

Que este mi grito se escuche por todo el cielo,
Mas allá de los cerros y que traspase llanuras,
Soy un hombre nuevo, con fortaleza y voluntad,
Lleno de luz, amor, paz y sueños…

¿Y tú alguna vez has escuchado su voz?

 

¡Qué desmoralizadora es la soledad cósmica y la angustia cotidiana! Ese sentimiento lo has transmitido bellamente en tus versos; pero también, el camino hacia la fe, lo «neutral de las cosas» que suele ser ese momento en el camino de la desesperación que hallamos al que falta en nuestro vacío, el asidero de fe, el Consolador, el que camina entre ciudades y montañas... sin que nosotros hallamos advertido...

carlos

 

Una obra complicada pero con mucho esfuero de tu parte, me a gustado amiga, un saludo.

 

Maravilloso poema, desgarrador, triste lleno de desesperanza pero bello y muy bien realizado, te felicito mil besos para ti y bienvenida